Rusia no dejará que el Consejo de Seguridad de la ONU justifique una intervención humanitaria en Siria, advirtió hoy el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov.
Algunos miembros del Consejo, según Lavrov, quisieran incluir en el borrador de una nueva resolución sobre Siria el punto de que convoyes humanitarios pueden entrar en el país sin el consentimiento del Gobierno central.
Esta exigencia “se contradice abiertamente con el derecho humanitario internacional y con las normas aprobadas por la ONU”, subrayó el canciller ruso al agregar que “el Consejo de Seguridad no creará semejante precedente”.
Rusia y China, como miembros permanentes del Consejo de Seguridad, usaron su derecho al veto en tres ocasiones para bloquear resoluciones occidentales sobre Siria.
Durante una rueda de prensa celebrada en Moscú, Lavrov recordó que los rebeldes sirios reciben crecientes cantidades de armas y municiones desde las naciones vecinas y sugirió enviar “pan y mantequilla” en vez de cañones.
“Quienes defienden (…) una resolución contundente como único recurso para aliviar las penurias de la población, podrían aprovechar estas rutas para enviar alimentos”, señaló.
El ministro se pronunció en contra de establecer fechas artificiales en el diálogo entre las delegaciones del Gobierno y de la Coalición Nacional Siria (CNFROS) en Ginebra.
También mencionó la información, todavía por confirmar, de que algunos patrocinadores de la oposición están intentando crear una nueva estructura en lugar de la CNFROS a partir de los grupos que no creen en el proceso negociador y se han separado de la coalición.
Se proponen “abandonar las negociaciones y apostar nuevamente por una solución militar con la esperanza de recibir un fuerte apoyo desde el exterior, como ocurrió en Libia”, declaró Lavrov al añadir que esta situación preocupa a Rusia.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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