Armando Pérez
Armando Pérez
El gobierno de Estados Unidos ha puesto en marcha una campaña de desinformación destinada a comprometer a Rusia ante la opinión pública, para desviar la atención a acciones encubiertas que realiza la CIA y países aliados para emperorar la situación en Siria, destacan expertos en Moscú.
Fuentes de inteligencia estadounidenses y árabes, citadas por el diario “The New York Times”, afirmaron que agentes de la CIA emplazados en el sur de Turquía participan en la distribución de armamento para la oposición armada con planes de derrocar al presidente de Siria, Bashar Asad mediante una rebelión armada.
El armamento incluye fusiles, lanzagranadas y armas antitanque que entran a Siria por la frontera en el sur de Turquía donde los agentes estadounienses comprueban que este armamento no caigan en manos de organizaciones terroristas islamistas como Al Qaeda.
Según el rotativo, las armas son distribuídas por intermediarios entre los que figuran el movimiento Hermanos Musulmanes de Siria, financiado por Turquía, Arabia Saudita y Qatar.
Supuestamente desvinculada de las actividades de la CIA en Turquía, al comentar la publicación del diario estadouniense la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, afirmó que el gobierno de EEUU solo proporciona ayuda “no letal” a la oposición siria.
Subrayó no obstante que su país asignó 15 millones de dólares de ayuda que entre otros, incluye equipo médico y equipos de comunicaciones para la oposición siria.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney tampoco quiso comentar el artículo del rotativo estadounidense insistiendo que la ayuda que EEUU presta a la oposición siria no incluye armamento.
El ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía, también negó su vinculación a la entrega de armas a la oposición siria, y evitó comentar si su gobierno autorizó, o si tiene información sobre el contrabando de armas en la frontera con Siria y la presencia de agentes de la CIA en su territorio.
Es decir, a juzgar por la postura oficial de la Casa Blanca y el Departamento de Estado, la publicación del New York Times no es más que una de tantas suposiciones periodísticas permitidas en EEUU, depositario y garante universal de la libertad de expresión y la libertad de prensa.
No obstante, expertos rusos destacan que la entrega de armas a la oposición denunciada por el diario estadounidense simplemente comprueba lo que salta a la vista.
Los servicios secretos de muchos países siguen con atención lo que ocurre Siria, que en la actualidad, se ha convertido una de las plazas más prosperas del mercado negro de armanento, y base de operaciones para mercenarios, saboteadores y extremistas toda ralea y condición.
Es evidente que EEUU y sus aliados por un lado apoyan formalmente el plan de paz para Siria propuesto por el representante de la ONU Kofi Annan y al mismo tiempo prestan todo tipo de ayuda, incluído armanento a la oposición siria, para que ocupe el poder mediante un conflicto armado.
Sobre todo porque el denominado grupo de países “amigos de Siria”, o más exactamente, “los enemigos de Asad”, destinaron millones de dolares en ayuda a la oposición.
Sobre todo porque el denominado grupo de países “amigos de Siria”, o más exactamente, “los enemigos de Asad”, destinaron millones de dolares en ayuda a la oposición.
En paso más contundente, Arabia Saudita reconoció que estudia la posibilidad de pagar los salarios del Ejercito Libre de Siria (ELS), principal brazo armado de la oposición para alentar la desrción masiva en las tropas del ejército hasta el momento leal al presidente Asad.
Entre tanto, estas acciones apenas tienen relevencia en la prensa internacional que dedica la mayor parte de sus páginas a denunciar supuestos planes de Moscú para enviar buques de guerra, tropas y armamento a Siria para reforzar el poder militar de Asad.
Según fuentes del Pentágono, el buque de guerra "Nikolái Filchenkov" zarpó rumbo a Siria con una compañía de marines y una unidad de tanques” acompañado de acorazado “El "Cesar Kunikov".
La prensa internacional también informó sobre una misión hacia la base rusa de Tartus en Siria del buque "Kaliningrado" con un cargamento desconocido”, y otras revelaciones más gordas como los planes de Rusia, Siria, Irán y China de realizar las maniobras navales nunca vistas en Extremo Oriente.
Y mientras los expertos occidentales interpretan los planes “sucios” de Moscú y sus aliados, que inequívocamente apuestan por el plan de paz en Siria, la semana pasada una flotilla de buques de guerra estadounidenses encabezada por el portaviones “Eisenhower”, zarpó desde la base de Norfolk, rumbo hasta el Mediterráneo, para vigilar los intereses estratégicos de EEUU y sus aliados.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
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