Siria
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, expresó hoy la “profunda preocupación” de Moscú ante las violaciones del armisticio decretado en Siria mediante el plan de Kofi Annan, enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para este país de Oriente Medio.
“Tenemos objetivos comunes con la mayoría de los países en lo que respecta a la necesidad de observar el plan de Kofi Annan.
Por supuesto que nos preocupa profundamente su cumplimiento insatisfactorio”, declaró Lavrov en rueda de prensa celebrada al término de su reunión con William Hague, ministro británico de Asuntos Exteriores.
Constató que “hay cierto avance para disminuir la violencia pero los brotes como el que tuvo lugar el 25 de mayo cerca de Hula testimonian que aún distamos de alcanzar los objetivos propuestos”.
Observadores internacionales emplazados en Siria confirmaron que al menos 116 personas murieron y unas 300 resultaron heridas en la localidad siria de Hula a raíz de los ataques que el Ejército gubernamental realizó contra barrios residenciales, en particular, con el uso de tanques y artillería. El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió anoche con carácter urgente para condenar esta matanza de civiles y encomendar a la misión de observadores que la investigue a fondo.
Según Lavrov, “ambos bandos son responsables de estas víctimas inocentes, incluidas varias decenas de niños y mujeres. La zona de Hula está controlada por los rebeldes y muchos cadáveres, según confirmaron los observadores internacionales, presentan en las cabezas heridas resultantes de disparos hechos desde cerca, recordó.
El ministro cuestionó la sinceridad de “algunos actores externos cuando empiezan a hablar de que sólo el cambio del régimen resolvería el problema en Siria”. “Si la prioridad es terminar la violencia, como dice todo el mundo, tenemos que presionar tanto sobre el régimen como sobre la oposición y obligarles a que dejen de disparar unos a otros, cesen las hostilidades que afectan a la población civil y se sienten a negociar. Todo lo demás es secundario”, manifestó.
El canciller británico William Hague calificó de “honesta y abierta” la discusión que tuvo con su homólogo ruso acerca de Siria. “No siempre somos unánimes a la hora de acordar resoluciones en el Consejo de Seguridad de la ONU pero coincidimos en que el plan de Kofi Annan ofrece la esperanza de que Siria rompa este vínculo de la violencia”, dijo.
Solicitó a Moscú “una presión extra” sobre Damasco para que acate este plan pero, al mismo tiempo, reconoció que todas las partes han de evitar las violaciones del armisticio.
Por su parte, Lavrov recordó que Rusia presiona “prácticamente a diario” sobre el régimen de Bashar Asad y en su momento influyó mucho en que Damasco aceptara el plan de Annan.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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