El canciller ruso Serguéi Lavrov y el director de la Inteligencia Exterior de Rusia, Mijaíl Fradkov, por encargo del Jefe de Estado llegaron hoy a Siria para sostener consultas con el presidente Bashar Asad.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia informó el domingo pasado que esa visita tiene por objetivo contribuir a estabilizar la situación en Siria.
El diario independiente sirio Al Watan, cercano a las autoridades, escribió que Lavrov y Fradkov analizarán con Asad “las medidas a tomar para hacer frente a un grupo de países occidentales y árabes en su posible actitud anti-Siria”.
El rotativo árabe influyente Al Sharq al-Awsat, al mencionar a unas fuentes diplomáticas de la ONU, señaló que esa misión confirma la aspiración de Rusia a ejercer presión sobre Asad para que tome la decisión de dimitir próximamente. Según esas fuentes, Rusia está movilizando todos los recursos a su alcance para convencer a los dirigentes sirios aceptar el plan de la Liga Árabe, cuyo punto clave es el traspaso del poder por Asad al vicepresidente del país.
De este parecer son también los expertos rusos entrevistados por RIA Novosti. Pável Salin, del Centro de Coyuntura Política, dijo que Lavrov y Fradkov darán garantías a Asad respecto al desarrollo pacífico del país después de su dimisión.Evgueni Satanovski, presidente del Instituto de Estudios del Oriente Próximo e Israel, indicó que se trata de minimizar las consecuencias de la guerra civil que se intensificará con mucha probabilidad después de la caída del régimen actual.
El historiador Vladímir Ajmédov cree que con esta visita se pretende demostrar a Occidente que Rusia no sólo está en contra de resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, sino que aspira a que la situación en Siria se desarrolle en un cauce político.El director del Instituto de Valoraciones Estratégicas, Serguéi Oznóbischev, supuso que la delegación rusa intentará explicar en Damasco que Moscú no puede estar defendiendo hasta lo infinito al régimen de Asad.
La visita de Lavrov y Fradkov se realiza tras una situación crítica surgida en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde el 4 de febrero fue sometido a votación un proyecto de resolución sobre Siria, en que no se consideraron las enmiendas propuestas por Rusia.Rusia y China, como miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, usaron de su derecho a veto, por temer la repetición en Siria del “guion” realizado en Libia, el de intromisión extranjera.
Las protestas antigubernamentales no cesan desde hace diez meses en Siria. A diario llega información sobre la muerte tanto de civiles como de militares y agentes del orden público.
Según datos de la ONU, el conflicto se cobró ya más de cinco mil vidas.Las autoridades dicen que más de dos mil militares y policías perecieron al luchar contra unos grupos armados ilegales. La televisión mostró armas, explosivos, dinero y medios de comunicación decomisados a ellos. El conflicto adquiere un carácter cada vez más cruento.
Hace unos meses, los desertores del Ejército de Siria formaron en distritos turcos limítrofes el llamado Ejército Libre de Siria para luchar contra el Gobierno del país.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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