Armando Pérez
La nueva estrategia militar anunciada la semana pasada por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, confirma que los planes del gobierno estadounidense es seguir siendo la primera potencia bélica del planeta para contener la expansión de China y otros países con economías más pujantes.
Entre los puntos clave de la estrategia, expertos en Rusia destacaron la renuncia de Washington a las guerras prolongadas y costosas como las que emprendieron en Irak y Afganistán, y la reducción considerable de los efectivos del ejército de tierra y la infantería de marina.
En condiciones de elevado déficit fiscal y recortes de presupuesto, la Casa Blanca y el Pentágono no tuvieron otra opción que renunciar a la exportación de guerras, sobre todo cuando el costo de las intervenciones en Irak y Afganistán fue estimadas por expertos estadounidenses entre 3,2 y 4 billones de dólares.
La nueva estrategia prevé que en caso de guerras, EEUU utilizará menos tropas y operaciones en tierra, al tiempo que reforzará la aviación de combate, los aviones sin piloto, el armamento automátizado moderno, guerra cibernética y espacial.
En cuanto a la proyección geográfica, los expertos destacan la reorientación hacia la zona de Asia y Pacífico, en especial el sudeste asiático para contener la expansión geopolítica de China, en las actuales circunstancias, el principal rival de EEUU.
Ante la necesidad de contrarrestar Pekín y otros adversarios de importancia como Irán, la estrategia militar estadounidense plantea la necesidad de reforzar la capacidad combativa y la movilidad de su flotilla de submarinos, la creación de nuevos modelos de bombarderos invisibles, el desarrollo de nuevos sistemas de defensa antimisil y la ampliación de la flotilla de satélites de navegación y posicionamiento.
La presencia militar de EEUU en Europa adquirirá un nuevo formato en torno al sistema antimisiles DAM con estaciones de radar, bases de misiles interceptores de emplazamiento en tierra, buques de superficie y submarinos.
EEUU mantendrá su presencia militar en Oriente Medio y el Golfo Pérsico sobre todo en las actuales circunstancias de inestabilidad a consecuencia de las revoluciones en el mundo árabe, la creciente influencia del extremismo islámico y el terrorismo.
En lo que se refiere a otros países, el Pentágono reafirmó sus planes de continuar los programas de cooperación en materia de no proliferación nuclear, seguridad regional, lucha contra el narcotrбfico y crimen organizado, mediante la realización de maniobras conjuntas y misiones permanentes de expertos militares estadounidenses en el territorio de los países amigos.
Al comentar la viabilidad de la nueva estrategia militar, algunos observadores rusos indicaron que el principal obstáculo para su realización es el desconocimiento de su costo, en momentos cuando son muy reales las limitaciones de presupuesto.
Lo que pasa es que el programa de la estrategia todavía no está listo y se espera que un primer borrador será presentado a consideración del Congreso el próximo mes de febrero. Para entonces, será posible conocer los parámetros básicos del presupuesto de defensa para 2013.
Para los militares una tarea bastante complicada, porque sobre el Pentágono pende un recorte estimado en al menos un billón de dólares en los próximos diez años.
Y esto puede ocurrir de forma automática, según un mecanismo de recorte del presupuesto acordado a finales de 2011, después de que fracasaran las negociaciones para la reducción de gastos entre demócratas y repúblicanos.
Según ese acuerdo, el Pentágono sufrirá un recorte de al menos 500 mil millones de dólares, además de otro recorte ya aprobado anteriormente por un 450 mil millones de dólares.
Tras constatar los problemas financieros, algunos expertos militares rusos consideran que la estrategia militar anunciada por Obama no es más que papel mojado.
En condiciones de campaña electoral y los comicios presidenciales a finales de 2012, el futuro de la estrategia militar de EEUU es incierto porque está condicionado en gran medida de la coyuntura política interna y otros factores subjetivos.
En consecuencia, esos mismos expertos aconsejan reanudar el debate sobre la estrategia militar de EEUU después de los comicios, cuando se sepa el nombre del nuevo inquilino en la Casa Blanca.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
Armando Perez
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
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