Irán está dispuesto a iniciar serias consultas en torno a su programa nuclear con el grupo internacional de los “seis” intermediarios (cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania), anunció el jueves pasado el presidente del parlamento iraní Ali Laridjani quien se encuentra de visita en Turquía. El volvió a resaltar que el programa nuclear iraní tiene un carácter exclusivamente pacífico.
Entre tanto, el prestigioso portal de los analistas militares israelíes DEBKA sostiene que Irán ya se dispone a realizar su primera prueba nuclear. Se trata de la explosión subterránea de una carga reducida de una kilotonelada que se parece a la que realizó Corea del Norte en 2006. Los plazos probables son el fin de 2012 o el inicio de 2013, según los expertos que citan sus propias fuentes iraníes. Resulta bastante complicado evaluar la factibilidad real de esta prueba. Es que aún para la carga menor se necesita el uranio bélico de un grado de enriquecimiento del 90 por ciento. Irán no es capaz tecnológicamente de fabricarla. Si bien teóricamente este uranio bélico podría haber llegado al país por otra vía, sostiene el funcionario del Instituto de relaciones internacionales y economía mundial de la Academia de ciencias Piotr Topychanov:
–Irán pudo haber recibido una catidad suficiente para la explosión en 1990 y a principios de los años 2000 a través de las redes internaciones ilegales de tráfico de materiales y tecnologías nucleares. Una de estas redes tiene el nombre del científico paquistaní Abdul Kadir Khan. El contrabando podía llegar desde Paquistán.
Hay que recordar a la vez que Irán firmó el Tratado de prohibición universal de pruebas nucleares, a diferencia de Israel o Paquistán, y no deja de proclamarse seguidor estricto del régimen de no proliferación. Por lo tanto, al planificar una acción tan resonante, Teherán tendría que haber abandonado previamente el régimen de los tratados internacionales correspondientes. Pero también existe otra opción, afirma Piotr Topychkanov:
–Es posible que Irán no abandone los tratados internacionales y realice estas pruebas a ocultas, previamente anunciándolas como explosiones pacíficas con fines científicos. O realizarlas en el territorio de un país tercero, por ejemplo, en Paquistán o Corea del Norte.
Es cierto, reconoce el experto, que en cualquier caso esta explosión provocaría un efecto de dominó: las monarquías árabes y Turquía también desearían conseguir sus propias armas y tecnologías nucleares. En lo que se refiere a Israel, EEUU y Occidente, su reacción sería más bien sumamente violenta, hasta asestar un golpe militar contra Irán. El presidente del Instituto de estudios de Cercano Oriente e Israel Evgueni Satanovsky tiene otra opinión:
–Después de una prueba nuclear, el golpe bélico contra Irán perderá sentido porque recibirá una indulgencia. Parecida a la que recibió Corea del Norte a la que nadie toca justo porque tiene una o dos bombas nucleares. En cambio, Gadaffi quien se había renunciado a su programa nuclear, no se salvó. Saddam, quien no alcanzó a ponerlo en práctica, fue ahorcado. La lección es muy sencilla: si tienes armas nucleares, te salvarás, si no, ningun chance.
En el mismo contexto podríamos interpretar la propia publicación de los analistas militares israelíes que puede ser una “escapada” informativa por parte del propio Irán, asegura Evgueni Satanovski:
–Las informaciones al respecto pueden ser útiles para quien sea, hasta para el propio Irán que, tramando sus combinaciones más ingeniosas, levanta una campaña de intimidación de Israel y Occidente. Así advierte que tiene ya todo listo para una explosión y no vale la pena de chantajearlo, porque está a punto de convertirse en potencia nuclear.
Resulta imposible verificar los informes del portal israelí de estas pruebas en preparación. Si bien no es, por cierto, una propaganda, puesto que si éste fuera el objetivo, existen otros canales y otra retórica, explican los comentaristas de La Voz de Rusia. Habitualmente, sólo los oficiales de los servicios de inteligencia suelen tener esta información. En este caso es una filtración intencionada, enmarcada en la guerra informativa y la guerra de los nervios que se está descargando sobre Irán. La misión de la comunidad internacional es impedir que esta información se convierta en realidad, lo que tendría consecuencias de largo alcance para todo el mundo. Es inapreciable por eso la actividad de los países que se manifiestan consecuentemente por una solución pacífica del problema iraní, sobre todo la de Rusia y China.
Viejo Condor
La Voz de Rusia (SIC)
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