El embajador ruso ante las Naciones Unidas, Vitali Churkin, se pronunció ayer por lograr cuanto antes un alto el fuego en Libia para iniciar el arduo proceso de reconciliación nacional.
Es necesario “cesar el fuego cuanto antes para poder pasar al doloroso proceso de reconciliación nacional y construir una nueva Libia, con un nuevo sistema político en que todos los libios se sientan cómodos”, manifestó Churkin al término de una serie de consultas sobre Libia que se celebraron a puertas cerradas en el Consejo de Seguridad de la ONU.
El diplomático ruso sugirió “que la ONU tenga el papel rector” durante el arreglo en la era post Gadafi y subrayó que hace falta tomar en cuenta todos los aspectos, entre ellos, el de seguridad.
También pidió “prevenir en lo posible el despilfarro de fondos” del antiguo régimen que EEUU y Gran Bretaña decidieron descongelar con el visto bueno del Comité de sanciones de la ONU a fin de mejorar la situación humanitaria en Libia. “Es una tarea inmensa pero las arcas de Gadafi no son ilimitadas”, advirtió.
El embajador de China ante la ONU, Li Baodong, también insistió en cesar cuanto antes las hostilidades en Libia, incluida la operación internacional que se lleva a cabo bajo el mando de la OTAN desde marzo pasado; impulsar el diálogo nacional; respetar la integridad territorial de Libia; y reservarle a la ONU el protagonismo en el proceso del arreglo.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, constató ayer que el Consejo Nacional libio de Transición (CNT) controla actualmente buena parte de Trípoli y otras ciudades de Libia pero en algunas partes del país aún todavía continúan los combates. Mañana, 1 de septiembre, Ban Ki-moon asistirá a una conferencia internacional de “amigos de Libia” que tendrá lugar en París por iniciativa del presidente francés Nicolas Sarkozy.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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