Fue encontrada parte de la caja negra del Air France que se precipitó al Atlántico en junio de 2009, con 228 personas a bordo, cuando cubría una ruta entre Río de Janeiro y París. Así lo informaron los técnicos de los equipos especializados en la búsqueda.
Según aclararon, la pieza hallada contiene datos del vuelo, pero no la unidad de memoria que podría esclarecer las circunstancias del accidente del Airbus 330.
En abril en las aguas del Atlántico fueron localizadas partes del fuselaje y de la cola del aparato, lo que alimentó las expectativas por encontrar las dos cajas negras. Sin embargo, el director de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA, por sus siglas en francés) Jean-Paul Troadec, advirtió de que no se puede conocer el estado en el que se encuentran las mismas tras permanecer casi dos años en las aguas del Atlántico. “No tenemos experiencia sobre la resistencia de estos instrumentos a lo largo de tanto tiempo”, dijo.
El 1 de junio de 2009, el avión Airbus A330-200, vuelo 447 Río de Janeiro–París, desapareció de las pantallas de radar cerca de la costa de Brasil. Después de que la aeronave no aterrizara en el aeropuerto, la compañía aérea anunció la pérdida. Los restos del avión se encontraron varios días después. A bordo había 228 personas. Durante la operación de búsqueda fueron encontrados 51 cuerpos.
Entre las posibles causas del accidente figura la versión propuesta por la Oficina de Investigación y Análisis para la Seguridad de la Aviación Civil, que apunta a una falla en las sondas (sensores de velocidad) Pitot del fabricante francés Thales. Según la compañía Air France, existen suficientes argumentos para responsabilizar a la empresa. Sin embargo, ninguna versión parece contundente ante la falta de las cajas negras. Solo estas podrían dar pistas para entender qué ocurrió.
Según aclararon, la pieza hallada contiene datos del vuelo, pero no la unidad de memoria que podría esclarecer las circunstancias del accidente del Airbus 330.
En abril en las aguas del Atlántico fueron localizadas partes del fuselaje y de la cola del aparato, lo que alimentó las expectativas por encontrar las dos cajas negras. Sin embargo, el director de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA, por sus siglas en francés) Jean-Paul Troadec, advirtió de que no se puede conocer el estado en el que se encuentran las mismas tras permanecer casi dos años en las aguas del Atlántico. “No tenemos experiencia sobre la resistencia de estos instrumentos a lo largo de tanto tiempo”, dijo.
El 1 de junio de 2009, el avión Airbus A330-200, vuelo 447 Río de Janeiro–París, desapareció de las pantallas de radar cerca de la costa de Brasil. Después de que la aeronave no aterrizara en el aeropuerto, la compañía aérea anunció la pérdida. Los restos del avión se encontraron varios días después. A bordo había 228 personas. Durante la operación de búsqueda fueron encontrados 51 cuerpos.
Entre las posibles causas del accidente figura la versión propuesta por la Oficina de Investigación y Análisis para la Seguridad de la Aviación Civil, que apunta a una falla en las sondas (sensores de velocidad) Pitot del fabricante francés Thales. Según la compañía Air France, existen suficientes argumentos para responsabilizar a la empresa. Sin embargo, ninguna versión parece contundente ante la falta de las cajas negras. Solo estas podrían dar pistas para entender qué ocurrió.
Viejo Condor
RT.net (SIC)
Articulo completo en:http://actualidad.rt.com/actualidad/internacional/issue_23565.html
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