Un nuevo derrumbe producido ayer en la mina chilena donde se quedaron atrapados el jueves al menos 33 obreros impidió las labores de rescate. Los movimientos de tierra bloquearon la ventilación de la mina de oro y cobre, la única vía que tenían los socorristas. El nuevo accidente pasó cuando los equipos de rescate se encontraban en el interior del cerro donde se encuentra la mina.
Alejandro Bohn, gerente general de Minera San Esteban, afirmó en la rueda de prensa que en un tiempo próximo debe ser elaborado un plan alternativo de salvamento de los mineros, sin embargo, confesó que "la capacidad de dar una solución rápida es extremadamente baja".
Los poderes esperan que después del derrumbe los trabajadores hayan logrado encontrar un refugio en la parte más profunda de la mina, dotado de comida y aire. Sin embargo, Bohn confiesa que "estamos muy confiados, pero no tenemos certeza de que nuestros trabajadores hayan seguido el procedimiento y estén ahí... el abastecimiento es limitado, no pretende satisfacer necesidades de larguísimo tiempo, pero esperamos que los trabajadores hayan hecho una dosificación".
Todavía se desconocen los motivos del derrumbe registrado el jueves pasado en torno a las 14:00 (hora local) que impidió el acceso a la mina San José en el desierto de Atacama, a unos 800 km de Santiago.
Los indignados familiares de los trabajadores atrapados expresaron sus críticas sobre el mal estado de la mina. Mientras que el presidente de Chile, Sebastián Piñera, que se encontraba en una visita oficial en Colombia, regresó inmediatamente al país para estar con los familiares de los mineros atrapados "que han vivido horas de mucha angustia y de mucha desesperación".
Viejo Condor
RT.net (SIC)
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