Noventa y seis personas han muerto, más de un centenar permanece bajo los escombros y unas dos mil personas más han desparecido debido a un deslizamiento de tierra ocurrido en el noroeste de China, informó este domingo la agencia oficial China Nueva.
La tragedia ocurrió el sábado por la noche en la prefectura Autónoma de las Etnias del Tíbet y Qiang, en la provincia de Ganzú. Los deslizamientos de tierras que se produjeron luego de fuertes lluvias arrasaron la capital de la región y la central hidroeléctrica local.
Las crecidas fluviales que han durado todo julio provocaron el cierre de más de casi trescientas carreteras y ferrocarriles. Sobre 36 poblaciones sufren problemas con el abastecimiento de agua y las comunicaciones telefónicas y la electricidad se han cortado en la mayor parte de la zona.
Los deslizamientos han destruido más de 120 viviendas y por el momento unas 300 familias se encuentran bajo los escombros.
Las autoridades desplegaron unos tres mil soldados y un centenar de miembros de personal médico para que participen en las operaciones de búsqueda y rescate, indicó por su parte la televisión estatal china. Una fuerte inundación que ha afectado en total a más de cincuenta mil personas complica el trabajo de los socorristas que ya han salvado más de 600 vidas.
Más de 11 regiones y provincias de China sufren con las lluvias torrenciales. El Ministerio de la Administración Civil de China informó que desde principios de 2010, más de mil personas murieron por causas de estos desastres naturales. Los meteorólogos advierten que inundaciones que sufre el país podrían ser las más fuertes de los últimos 12 años.
Los daños materiales son considerables. Estos se estiman en 275 mil millones de yuanes, es decir, más de 30 mil millones de euros.
Se informa que el primer ministro chino, Wen Jiabao, partió de Pekín este domingo en dirección a la provincia de Gansu.
Viejo Condor
RT.net (SIC)
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