Los navieros rusos se opusieron a la postura del Ministerio de Defensa, garantizando su capacidad de construir un análogo del destructor portahelicópteros francés ‘Mistral’ en tres años. El cuerpo diplomático de los potenciales suministradores europeos reaccionó de inmediato con un intento de presión oblicua.
La Corporación Unida Constructora de Barcos que reside en San Petersburgo presentó al ministro de Defensa ruso, Anatoli Serdiukov, una solicitud para que analice los recursos de los navieros nacionales en construcción de un buque de guerra que es necesario para la Marina de Rusia, antes de decidir definitivamente en favor de un modelo francés. Se trata del portahelicópteros ‘Mistral’ cuyo análogo más sofisticado los constructores encontraron en el modelo surcoreano de esa clase de navíos, denominado Dokdo (lleva el nombre del pequeño islote ubicado más afuera de la península coreana al Este, en el Mar Japonés).
El precio de un ‘Mistral’ no equipado con armamento fue acordado en el pasado abril durante las negociaciones del primer ministro de Rusia Vladímir Putin con su homólogo francés François Fillon. Se evaluaba entre 400 y 500 millones de euros. Pero lo más peculiar en aquella conversación, como en las posteriores que tenían Putin y Medvédev —el presidente de Rusia— en mayo y junio con Nicolás Sarkozy, fue el deseo por parte rusa de adquirir sucesivamente cuatro buques del mismo modelo.
Tras enviar la atrevida carta al Ministerio, los navieros de San Petersburgo la comentaron también para la prensa, de una manera muy audaz: “Mistral sí tiene unos concurrentes, mientras que la Defensa asegura que no haya concurrentes. La aserción del Ministerio es errónea.”
Su propuesta, en detalles, comprende la compra de una licencia de la compañía surcoreana Daewoo Shipbuilding and Marine Engineering para construir el portahelicópteros tipo Dokdo, en una planta mixta fundada recientemente en Primorie (Oriente Lejano Ruso). Los constructores, evidentemente, están seguros de que este modelo sea muy similar al patrón francés.
“En este caso —instan los navieros— Rusia podrá controlar la construcción del buque. En el caso de Mistral, lo hará Francia”.
Los socios franceses objetaron con rapidez a aquellas oscilaciones por la parte rusa. “Francia estima el suministro a Rusia de los navíos de la clase 'Mistral' como una conclusión de la Guerra Fría y una ampliación de la colaboración bilateral”, según denunció en una entrevista el embajador de este país en Estonia, Frederic Billet. “Deseamos formar junto con Rusia unas relaciones efectivamente asociadas y clausurar el capítulo de la Guerra Fría”, enfatizó.
Es muy probable que la entrevista del diplomático fuese preparada de antemano y ocasionalmente coincidiese con las nuevas propuestas de los constructores de buques rusos. Pero ¿comprende aquella aserción repetida que a no ser que compre el gobierno ruso un 'Mistral', el capítulo de la Guerra Fría no resultaría terminado?
Viejo Condor
RT.net (SIC)
No hay comentarios:
Publicar un comentario