Las fuertes lluvias en el noreste de Brasil han dejado desde el pasado jueves cerca de 40 muertos y más de 1.000 desaparecidos por causa de las inundaciones y los deslizamientos de tierra.
Alagoas y Pernambuco son los estados más castigados.
De acuerdo con el último informe de Defensa Civil, 26 personas perdieron la vida en el primer estado por causa de las lluvias.
El gobernador de Alagoas, Teotonio Vilela Filho, dijo que sólo allí las autoridades buscan a un millar de personas.
"Hasta el inicio de esta tarde (del lunes) eran 26 muertos y más de mil desaparecidos", le contó Vilela Filho a la oficial Agencia Brasil.
"Rogamos que estén vivos, pero estamos preocupados porque los cuerpos han comenzado a aparecer en las playas y los ríos", aseguró.
El alto funcionario, que se reunió con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva para solicitarle ayuda, afirmó también que la fuerza del agua destruyó unas 40.000 casas en 22 ciudades de Alagoas.
Estado de emergencia
Las lluvias incesantes de los últimos días provocaron la crecida de los ríos. El agua arrasó a su paso puentes, carreteras y vías férreas.
Según el corresponsal de la BBC en Brasil, Paulo Cabral, más de 1.500 kilómetros de carreteras han sido destruidos, lo que está dificultando la llegada de ayuda humanitaria.
Rogamos que estén vivos, pero estamos preocupados porque los cuerpos han comenzado a aparecer en las playas y los ríos
Teotonio Vilela, gobernador de Alagoas
El gobernador de Pernambuco, Eduardo Campos, informó que doce personas murieron. La lluvias dejaron a 26.000 personas sin hogar. Más de 50 municipios de ese estado permanecen en emergencia.
Además, según Defensa Civil de Brasil, más de 100.000 brasileños tuvieron que ser evacuados de sus viviendas.
Tras una reunión de emergencia con los gobernadores de Alagoas y Pernambuco, Lula aseguró que no escatimará recursos para ayudar a los afectados.
Agua, alimentos y ropa
Vilela apuntó que en este momento lo más urgente es hacer llegar a la zona agua potable, alimentos y ropa de abrigo. Añadió que "el inventario de lo que es necesario reconstruir, como carreteras o viviendas, será enviado a Brasilia la próxima semana".
Equipos de ayuda rescataron a personas en las áreas más afectadas y las trasladaron en helicópteros. El éjercito y la marina se sumaron a las labores de asistencia.
Según la Agencia Brasil, el ministro de Relaciones Institucionales, Alexandre Padilha, dijo que el gobierno se reunirá este martes en un gabinete de crisis para evaluar los daños y comenzar a enviar ayuda.
Por el momento, según apuntó el corresponsal de la BBC en Brasil, las autoridades ordenaron la distribución de raciones de comida para 20.000 personas y de 12.000 paquetes con sábanas y mantas.
Paralelamente, el gobernador de Pernambuco hizo un llamado a la población para que done ropa y agua mineral con el fin de asistir a las víctimas del temporal.
En 2009, las inundaciones provocaron la muerte a 44 personas y el desplazamiento de cientos de miles en la misma región.
Viejo Condor
BBC Mundo (SIC)
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