El presidente de Rusia, Dimitri Medvedev, destacó el miércoles el interés de estrechar las relaciones con América latina, durante una visita de 24 horas a Argentina, la primera de un mandatario ruso, en la que firmó un acuerdo nuclear.
"En América latina tienen que estar representados todos los actores globales. Mi visita es un testimonio de que la posición rusa frente a América latina ha cambiado y nos gustaría desarrollar una relación estrecha" con la región, dijo Medvedev.
Consultado en una rueda de prensa conjunta con su par argentina, Cristina Kirchner, sobre si este acercamiento puede inquietar a Estados Unidos, el mandatario estimó que "en la Casa Blanca hay personas sensatas, y no van a mirar con recelo que tengamos buenas relaciones con América latina".
"Nadie tiene el monopolio de la verdad y estas relaciones no tienen que afectar a nadie", agregó.
De su lado, la presidenta argentina afirmó que América latina "no es el patrio trasero de nadie" y ratificó la política de multilateralismo de su gobierno.
"Argentina sigue siendo uno de nuestros mayores socios latinoamericanos y confío en que seremos capaces de cubrir los vacíos creados por la crisis financiera mundial con nuevos proyectos", dijo Medvedev a los empresarios, estimando en un 30% la caída del comercio en 2009, durante la recesión.
Ambos mandatarios firmaron diez acuerdos en materia nuclear, espacial, comercial, deportiva y de transportes.
El presidente ruso viajó acompañado de una numerosa delegación de empresarios y una comitiva oficial integrada también por su canciller, Serguei Lavrov.
Ambos gobiernos pretenden duplicar el intercambio comercial, que hace años es favorable para el país sudamericano como en 2009, cuando fue de 705 millones de dólares. En general, se limita a carnes, frutas y fertilizantes.
Kirchner dijo que "se aseguró el abastecimiento de los compromisos" asumidos con Moscú en cuanto a las exportaciones de carne argentina.
Ambos países están considerando extender su cooperación al petróleo, el gas y la construcción de barcos. Moscú alberga la esperanza de vender también armas a Argentina, un negocio que le es propicio en Latinoamérica, particularmente con Venezuela.
Argentina ha expresado su interés en los sistemas de defensa antiaéreos y en los aviones rusos, así como en sus barcos de guerra y los helicópteros que podrían servirles para la Antártida, dijo el Kremlin.
Anatoli Isaikin, el presidente de la empresa exportadora de armas rusa Rosoboronexport, dijo que se disponía a firmar el primer contrato para la venta de dos Helicópteros Mi-171s a Argentina para sus operaciones antárticas.
Los dos países están también discutiendo ampliar su colaboración en las industrias espaciales y nucleares.
Sergei Kirienko, presidente de Rosatom Corp, que también acompaña a Medvedev, citó la firma de un acuerdo que "permitirá la cooperación en el ámbito de la construcción de centrales nucleares".
"Este año Argentina decidirá qué construir y dónde", dijo y agregó que Rusia ofrecería construir reactores de tercera generación, sin precisar precios.
"El precio de un reactor (semejante) empieza a partir de los 4.500 millones de dólares", dijo Kirienko y reveló que Argentina piensa construir dos.
Se trata de la segunda visita a Latinoamérica de Medvedev desde que accedió a la presidencia en 2008. En noviembre de aquel año visitó Perú, Brasil, Venezuela y Cuba.
Tras su paso por Buenos Aires, que incluía una cena de honor la noche del miércoles, Medvedev partirá el jueves hacia Brasil, adonde participará de la segunda cumbre del BRIC (Brasil, Rusia, India y China) un grupo informal que reúne a cuatro de las mayores potencias emergentes.
Viejo Condor
Noticias Latam (SIC)
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