Moscú,12 de febrero, RIA Novosti. El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, inició ayer una gira por Cuba, Nicaragua, Guatemala y México para reanimar la ofensiva diplomática que Moscú lanzó hacia Latinoamérica tras la guerra de 2008 en el Cáucaso Sur, escribe hoy el diario Kommersant.
El portavoz de la cancillería rusa precisó la víspera que el objetivo de esta visita, de una semana de duración, es "mantener la intensa cooperación política" aunque en las negociaciones ruso-cubanas, por ejemplo, "ocuparán un espacio importante el fomento y la diversificación de los vínculos económicos, comerciales, financieros y de inversión; la promoción de grandes proyectos conjuntos en materia de energía eléctrica, hidrocarburos, infraestructuras de transporte, biofarmacéutica y altas tecnologías".
Fuentes familiarizadas con los preparativos del viaje dan a entender que no cabe esperar la suscripción de contratos importantes durante esta visita. Las grandes empresas rusas suelen sincronizar su firma con los viajes de Ígor Sechin, vicepresidente del Gobierno ruso y virtual responsable del tema latinoamericano en el Kremlin. Es probable que asuntos empresariales se pospongan hasta mayo próximo, fecha en que La Habana acogerá una reunión de la Comisión intergubernamental copresidida por Sechin y su homólogo cubano, Ricardo Cabrisas.
Emil Dabaguián, colaborador jefe del Instituto ruso de América Latina, no descarta que la visita de Lavrov contribuya a dar "un impulso adicional para que la dirección cubana reconozca la soberanía de Osetia del Sur y Abjasia". El experto recordó que "La Habana tiene bastantes problemas con Washington que le prometió normalizar las relaciones pero prolongó por un año más el embargo económico".
En este contexto, Rusia podría incentivar las inversiones de sus empresas en la minería cubana, si La Habana anuncia el reconocimiento de dos flamantes repúblicas caucasianas. Ya ensayó este esquema con Venezuela al acordar la explotación conjunta del campo petrolero Junín-6, en la faja del Orinoco, poco después de que el líder venezolano, Hugo Chávez, reconoció a Abjasia y Osetia del Sur. Las ventajas de tal reconocimiento se expondrán también en Managua que ya recibió de Moscú un crédito y promesas de inversión en el sector energético.
Sin embargo, difícilmente será un ejemplo contagioso para Guatemala y México que, a diferencia de Cuba y Nicaragua, no forman parte de ALBA-TCP, que el diario califica de "alianza izquierdista patrocinada por Hugo Chávez".
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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