Rusia procedió a una nueva etapa de la reforma militar, escribe hoy Gazeta.Ru al comentar la decisión de supeditar la Flota del mar Negro y la Flotilla del Caspio, en calidad de comandos operativos navales, al jefe del Distrito Militar del Cáucaso Norte.
Entre los distritos militares de Rusia es el único que tiene experiencia combativa, así que el control sobre una flota cuyos barcos participaron en la guerra contra Georgia, en agosto de 2008, podría serle de ayuda, opina Pável Felgengauer, experto en temas militares.
La creación de un sistema de comandos operativos, en su opinión, es la quintaesencia de la reforma militar concebida por Anatoli Serdiukov, ministro ruso de Defensa. Se toma como modelo el Ejército estadounidense que admite la presencia de componentes muy variadas al frente de comandos operativos interarma.
Ya se usa el mismo esquema en la provincia de Kaliningrado, exclave ruso situado a orillas del mar Báltico, entre Polonia y Lituania. La Flota del Báltico controla en este caso un grupo de tropas que incluye, además de la componente naval, fuerzas terrestres y guardacostas, aviación embarcada y sistemas de defensa antiaérea.
Felgengauer niega que la novedad sea atribuible al eventual traslado de la Flota del Mar Negro desde el puerto ucraniano de Sebastopol al ruso de Novorossiysk, donde se planea construir una base naval para 2016.
"En los círculos militares hay cierto consenso acerca de que la Flota debe permanecer en Sebastopol, así que Rusia procurará que Ucrania prolongue el plazo del arriendo que expira en 2017", declaró el experto.
Al mismo tiempo, subrayó que la Flota en Sebastopol resulta "completamente indefensa" ante ataques terrestres, por lo cual Rusia se vio obligada a hundir sus barcos durante la Guerra de Crimea, en el siglo XIX, y evacuarlos durante la Segunda Guerra Mundial. "Si Rusia se propone defender esta ciudad, va a necesitar alguna base externa", dijo.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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