La cancelación definitiva del proyecto South Stream significa, entre otras cosas, que Ucrania deja de ser transportista del gas ruso, declaró el presidente de Gazprom, Alexéi Miller, en una entrevista con la televisión Rossiya.
"De hecho, el papel de Ucrania como país de tránsito queda reducido a cero", reconoció Miller al comentar la decisión de abandonar el proyecto South Stream y construir otro gasoducto marítimo, hacia Turquía.
Agregó que Gazprom podrá "asegurarle a Ucrania el volumen que necesita para consumo interno", pero "el suministro a Europa se realizará por rutas alternativas".
La apuesta por Turquía como centro de distribución del gas marca "un cambio de estrategia con respecto al mercado europeo".
"Nuestro modelo anterior, orientado al suministro a consumidores finales en Europa, va tocando fondo", apuntó Miller al explicar que el punto de entrega del gas será a futuro en la frontera de Turquía con Grecia.
A la vez, indicó que Rusia seguirá suministrando a Ucrania los volúmenes de gas necesarios para garantizar el consumo interno.
El proyecto South Stream, que se puso en marcha en diciembre de 2012, hubiera trasegado a la Unión Europea unos 63.000 millones de metros cúbicos anuales de gas ruso a partir de 2018 eludiendo el territorio de Ucrania.
El tramo submarino debía conectarse al terrestre en Bulgaria de donde iría a Serbia, Hungría, Eslovenia y al norte de Italia.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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