Rossiyskaya Gazeta
Sofía volvió a suspender la construcción del tramo búlgaro del gasoducto South Stream. La medida generó inquietud y asombro en los círculos empresariales, a los que las autoridades búlgaras aseguraron la semana pasada de que “creen en el proyecto” y quieren aprovecharlo al máximo, escribe Rossiyskaya Gazeta.
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Se trata de la segunda suspensión del proyecto energético en Bulgaria. La primera, en junio pasado, tuvo lugar tras una reunión del Gobierno búlgaro con un grupo de senadores estadounidenses encabezado por John McCain.
Pero en aquella ocasión, los búlgaros se mostraron decididos a luchar por la implementación del proyecto que, en caso de ser realizado, creará en el país cerca de 4.000 nuevos puestos de trabajo. Así, muchos políticos y economistas afirmaron que la construcción del tramo búlgaro de South Stream no contradice la legislación europea
Se planeaba iniciar las obras en octubre de 2014.
Según analistas rusos, la segunda suspensión del South Stream se debe a presiones desde Bruselas, que quiere evitar pasos unilaterales de Sofía hasta conversaciones con Moscú.
Rossiyskaya Gazeta subraya que congelar el proyecto no responde a los intereses de Europa, pero el presente enfriamiento de las relaciones entre Moscú y Bruselas tenía que repercutir inevitablemente sobre la construcción del gasoducto.
Cuando las sanciones recíprocas se aflojen, South Stream recibirá un nuevo impulso, consideran los expertos consultados por el diario.
La construcción de la tubería submarina South Stream empezó en la costa rusa del mar Negro en diciembre de 2012. El proyecto permitirá a Gazprom diversificar las rutas de sus exportaciones a Europa, en particular, reducir la dependencia del tránsito a través de Ucrania.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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