La anunciada acción militar de Kiev en Slaviansk se sumó al incendio de la central sindical con que culminaron choques entre manifestantes en la ciudad portuaria de Odessa, para dejar ayer 49 muertos en medio de la crisis política que vive Ucrania.
Los choques en Odessa terminaron con un saldo de 42 víctimas fatales, cuatro veces más que las siete del ataque del gobierno ucraniano contra la rebelada localidad sudoriental de Slaviansk, donde tropas de Kiev llegaron al centro con armamento pesado.
El enfrentamiento en Odessa comenzó avanzado el día, cuando un grupo de manifestantes prorrusos encaró a una manifestación prooccidental de la que participaban barrabravas del club de fútbol local Chernomorets.
A esos contingentes se sumaron, según la agencia estatal rusa Itar Tass, miembros enmascarados del grupo ultraderechista Pravy Sektor –identificados con brazaletes y venidos de Kiev– e integrantes de la barra brava de un club de la localidad de Jarkov, en el otro extremo del país.
Los partidarios del gobierno ucraniano coreaban “el este y el oeste, juntos”, “gloria a Ucrania”, “muerte a los enemigos” y “apuñalen a los moskali ” (término despectivo que aplica la ultraderecha ucraniana a los rusoparlantes).
En un choque con palos y piedras que derivó en tiroteo cayeron cuatro personas. Los prorrusos buscaron refugio en la sede sindical local, que se incendió con ellos adentro.
El siniestro, por el cual Itar Tass responsabilizó a “militantes de Pravy Sektor y radicalizados de las autodefensas”, se cobró 38 vidas más, 30 por inhalación de óxidos de carbono y ocho tras saltar por las ventanas, según fuentes del Ministerio del Interior de Ucrania.
Ofensiva anunciada
En Slaviansk, bastión de la insubordinación contra Kiev en el industrial y minero sudeste de Ucrania, autoridades rebeldes informaron de cinco muertes locales, a las que se sumaron dos soldados ucranianos.
El autoproclamado alcalde de la ciudad rebelde, Viacheslav Ponomarev, señaló que los muertos por el ataque eran tres miembros de las fuerzas de autodefensa y dos civiles.
Uno de los líderes de las fuerzas de autodefensa señaló que la ciudad estaba bloqueada por las tropas ucranianas.
Por su parte, el Ministerio del Interior de Ucrania confirmó que dos militares murieron y tres de sus helicópteros fueron destruidos en el curso de la operación lanzada para recuperar Slaviansk. El titular de la cartera, Arson Avakov, señaló que se dieron “verdaderos combates con armas pesadas”.
En este contexto, el presidente ruso, Vladimir Putin, acusó a Kiev de destruir la “última esperanza” de una solución pacífica al conflicto con los separatistas prorrusos y advirtió que fue autorizado a realizar acciones militares por la Duma (Parlamento).
Frente a esta autorización, Kiev teme que Moscú invada con sus tropas el este y sur de Ucrania, bajo el pretexto de proteger a los ciudadanos rusos o sus intereses.
A su vez, el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, señaló que Kiev está tomando “decisiones criminales”. “Deben ser conscientes y cesar el asesinato de sus propios ciudadanos”, expresó.
Anoche, el Consejo de Seguridad de la ONU fracasó por 13ª vez al no actuar sobre la crisis en Ucrania, luego de una sesión en la que Rusia exigió el fin de la violencia, y las potencias occidentales acusaron a Moscú de equipar a los prorrusos.
Exhiben unidad
Cita en Washington. En un alarde de unidad occidental de cara a Ucrania, el presidente estadounidense, Barack Obama, y la canciller alemana, Angela Merkel, amenazaron a Rusia con tomar sanciones más fuertes y amplias si Moscú no muestra inmediatamente un cambio de conducta. “No nos quedará otra opción que aplicar sanciones adicionales y más severas”, dijo Obama en conferencia de prensa junto con Merkel.
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