La Casa Blanca, Washington
Washington intenta perjudicar a la élite política de Rusia al ampliar la lista de las sanciones, pero no logrará infligir un serio daño a la economía rusa, opinan politólogos rusos.
Este lunes EEUU extendió sus sanciones a otros siete funcionarios y 17 compañías de Rusia. La Unión Europea a su vez declaró que incluirá en su lista a 15 personas más.
“A juzgar por todo, con esas sanciones personalizadas EEUU intenta encontrar los puntos más sensibles de la élite política rusa (…) por faltarle la disposición de los empresarios europeos de unirse a las sanciones económicas severas”, dijo el director general del Centro de Información Política, Alexéi Mujin.
Según el experto, EEUU en realidad ha agotado las posibilidades de influir sobre Rusia.
En la lista de sancionados figuran personalidades influyentes que tuvieron que ver con los acontecimientos en Crimea, afirmó a su vez el presidente del Instituto de Estrategia Nacional, Mijaíl Rémizov. “Esa política no afectará seriamente la economía rusa”, agregó.
A juicio del subsecretario de la Cámara Pública de Rusia, Vladislav Grib, las nuevas sanciones muestran que Occidente teme dar pasos serios, consciente del peligro que puede entrañar una respuesta de Rusia.
“Rusia se reserva el derecho a componer su lista de sanciones contra las compañías occidentales interesadas en cooperar con ella. Las sanciones tendrían el efecto opuesto al deseado, afectarían a largo plazo al propio Occidente y a los Gobiernos que las introduzcan (…). No espero sanciones duras”, dijo.
El presidente del Consejo de la Política Exterior y de Defensa de Rusia, Fiódor Lukiánov, calificó las nuevas relaciones ruso-estadounidenses como una “segunda guerra fría”. Señaló que en tal situación empiezan a practicarse sanciones, otras en respuesta, disuasión e intentos de asestar un golpe a la contraparte, temiendo siempre la reacción.
Pero al mismo tiempo indicó que el mundo ya es distinto y mucho dependerá de cómo van a cumplir las exigencias de EEUU sus aliados.
En opinión del analista independiente y profesor de la Universidad de Nueva York, Vlad Sobell, la Historia enseña que Rusia nunca acepta componendas cuando ve amenazada su seguridad. “Moscú empezará a buscar con qué suplantar a la Unión Europea en relaciones comerciales (…). Las sanciones provocarán el auge del patriotismo. Los empresarios dirigirán sus miradas a los recursos del país y la gente empezará a apoyar más al productor patrio”, dijo.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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