La Policía de Ucrania inició una investigación penal por los multitudinarios disturbios ayer en Kiev que culminaron con el derribo del monumento al líder de la revolución bolchevique y fundador del Estado soviético, Vladímir Lenin, que se alzaba en una plaza céntrica de la capital ucraniana.
En declaraciones a RIA Novosti, la portavoz de la Policía de Kiev, Olga Bilik, dijo que la estatua fue derribada por un grupo de encapuchados que portaban banderas del partido de extrema derecha Svoboda (Libertad). No obstante, la formación no ha asumido la responsabilidad por los hechos.
“Se ha abierto un procedimiento por el delito de desórdenes masivos previsto en el párrafo 1 del artículo 294 del Código Penal de Ucrania”, indicó la funcionaria, al agregar que el delito investigado se castiga con penas entre cinco y ocho años de cárcel. Al mismo tiempo, reconoció que la Policía no ha detenido aún a ningún sospechoso en relación con el suceso.
Según los testigos, un grupo de jóvenes ató una soga de metal alrededor de la cabeza del monumento a Lenin y lo derribó tirando de la soga atada con otro extremo a un árbol. Acto seguido, los manifestantes comenzaron a destrozar la estatua, que ya se había partido al caer, golpeándola con mazas.
Hace una semana, ya hubo un primer intento de derribar la efigie, pero entonces las fuerzas antidisturbios la protegieron dispersando a los manifestantes, que solo lograron hacer varias pintadas en el monumento.
Casi un millón de personas, según la oposición, se congregaron el domingo en otra plaza de Kiev, el emblemático Maidán de la Independencia, para exigir la renuncia del presidente Víctor Yanukóvich y del Gobierno, así como la excarcelación de los manifestantes detenidos.
Al comentar los sucesos de ayer en Kiev, el ministro de Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, declaró que la oposición ucraniana comete un error al reclamar la dimisión de Yanukóvich. “Es un error político porque es el presidente quien toma la decisión de crear un Gobierno de coalición o de firmar el acuerdo de asociación”, argumentó Sikorski.
Por otro lado, el canciller polaco, que apoya el desmantelamiento de un edificio de estilo ‘estalinista’ en Varsovia, aplaudió el derribo del monumento a Lenin en la capital ucraniana. “Creo que Lenin fue uno de los tiranos más sanguinarios del siglo XX. Me alegro personalmente de que su monumento haya desaparecido en otra capital europea”, expresó.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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