El lanzamiento del Bulavá
La ausencia de equipos de telemetría en el misil naval ruso de largo alcance Bulavá, caído en el mar el pasado viernes, retrasará la investigación del incidente y aplazará la serie de lanzamientos, de la que depende la entrada en servicio de al menos dos submarinos estratégicos, advirtió un experto consultado hoy por RIA Novosti.
“Para aclararlo todo se requiere tiempo, unos cuantos meses”, declaró el coronel general Víctor Yesin, asesor del comandante de las Tropas rusas de misiles estratégicos.
Agregó que “el siguiente lanzamiento del Bulavá podrá realizarse a finales de noviembre o a principios de diciembre”.
Para las mismas fechas estaba prevista la entrada en servicio de los submarinos nucleares estratégicos Alexandr Nevski y Vladímir Monomaj, del proyecto 955 Boréi.
Ambos navíos, cuya arma principal será el Bulavá, estaban sometidos a pruebas de homologación pero Defensa ordenó el sábado suspenderlas y efectuar otros cinco lanzamientos del Bulavá para confirmar sus características.
Un Bulavá disparado el viernes desde el submarino Alexandr Nevski, en el mar Blanco, salió sin problemas del lanzador pero dos minutos más tarde, en vez de volar hacia un polígono de Kamchatka, cayó en las aguas árticas debido a un fallo del sistema de a bordo.
El incidente será investigado por una comisión dirigida por el jefe de la Armada, almirante Víctor Chirkov.
“La comisión investigadora tropezará con dificultades porque el misil no llevaba equipos de telemetría. No eran obligatorios porque se estaban testando los sistemas del submarino, no del Bulavá”, señaló una fuente del departamento militar citada hoy por el diario Kommersant.
Víctor Yesin calificó de inaceptable esta situación.
“Me extraña que el Bulavá no tuviera aparatos de telemetría. Cualquiera que fuese el objetivo del lanzamiento, es inadmisible y obstruirá muchísimo la investigación”, comentó.
Una fuente del Estado Mayor de la Armada dijo a Kommersant que el objetivo de la prueba del viernes no era comprobar las características del Bulavá sino el funcionamiento del sistema lanzamisiles del submarino.
Un portavoz de los astilleros Sevmash resaltó que “el sistema de lanzamiento (del submarino Alexandr Nevski) funcionó conforme al reglamento” y que el jefe de la Armada evaluó en términos positivos la labor de la tripulación y de la empresa fabricante.
El buque insignia de la serie Boréi, el sumergible Yuri Dolgoruki, se incorporó al arsenal a principios de 2013. En los próximos 30 o 40 años, los submarinos nucleares de esta clase constituirán el núcleo de las fuerzas estratégicas navales de Rusia.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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