El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, afirmó hoy que el Gobierno de Siria no hará uso de sus arsenales químicos.
“Descarto que el régimen (de Bashar Asad) use las armas químicas. Hemos recibido (de ellos) una aseguración al respecto”, declaró Lavrov tras reunirse en Amán con su homólogo jordano, Naser Yudeh.
Recordó que Europa y EEUU recibieron de Damasco aseveraciones similares gracias a la mediación de Moscú.
De momento, Lavrov no ve amenaza alguna en relación con las armas químicas almacenadas en el territorio de Siria. “Sí podría surgir una amenaza, si estas armas cayeran en manos de los terroristas”, reconoció sin embargo.
Servicios de inteligencia extranjeros estiman que Siria dispone actualmente de varias toneladas de armas químicas, incluido el gas nervioso sarín, así como componentes para su producción. Se supone que el régimen ha distribuido estos arsenales entre una veintena de ciudades para garantizar su seguridad.
Lavrov negó el suministro de armas de exterminio en masa de Rusia a Siria al precisar que “se están completando las entregas correspondientes a viejos contratos” y que estos conciernen únicamente a la “capacidad defensiva”.
Recordó que naciones occidentales, en cambio, sí proporcionan material bélico a Siria. “Hay medio centenar de (misiles portátiles) Stinger en su territorio”, dijo.
“Quienes arman a la oposición les envían sistemas no defensivos”, destacó.
Durante la rueda de prensa celebrada en Amán, el canciller ruso reafirmó la adhesión de Moscú al comunicado final que el Grupo de Acción para Siria adoptó en Ginebra el pasado 30 de junio y se pronunció por que la ONU vuelva a enviar a Siria observadores, además de aumentar su número.
La ONU mantuvo en Siria una misión de observación en abril-agosto de este año pero, primero, la redujo de 300 a 150 personas y, más tarde, la retiró del todo pues ambas partes en conflicto incumplían el armisticio.
Cualquier manifestación de violencia, venga del Gobierno o de los insurgentes, es inadmisible según Lavrov.
“No justificamos al régimen y condenamos sus fechorías pero no se puede luchar con los atentados terroristas y las armas”, subrayó.
Algunos países occidentales consideran que la actuación del régimen justifica, de hecho, tales atentados. “Es una postura muy arriesgada y puede llevarnos demasiado lejos”, dijo.
El conflicto en Siria, según diversas estimaciones internacionales, causó entre 20 y 30 mil víctimas desde marzo de 2011.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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