La empresa aeronáutica de Taganrog (al sur de Rusia) negocia el suministro a China de diecisiete hidroaviones ligeros Be-103 y su producción bajo licencia en el país asiático.
China que cuenta con una extensa línea costera, numerosas islas y muchos ríos representa un mercado prometedor para los hidroaviones rusos.
El modelo Be-103 es un aparato ligero de dos motores, capaz de transportar a seis pasajeros o cerca de cuatrocientos kilogramos de carga a una distancia de unos un mil kilómetros. El complejo de aviación de Taganrog finalizó los trabajos de diseño de este hidroavión a principios de los años 2000, tras lo cual se procedió a la fabricación en serie. El modelo ha obtenido certificación pertinente en Estados Unidos, Unión Europea y República Popular China.
Anteriormente, varias Be-103 se suministraron a EEUU y China.
En opinión del experto del Centro de análisis de estrategias y tecnologías de Rusia, Vasili Kashin, China representa en la actualidad el mercado más prometedor para los fabricantes de aviones ligeros y de helicópteros. En 2010 el Consejo de Estado y el Comisión Militar Central del país anunciaron la reforma del sistema de control de vuelos a bajas alturas que habrá de llevarse a cabo en un plazo de cinco años. Realizados los cambios, en todo el territorio nacional, a excepción de zonas especiales, no se necesitará ninguna autorización especial para efectuar vuelos a la altura de hasta un mil metros.
Precisamente la tramitación de las autorizaciones que requiere incontables formalidades está obstaculizando el desarrollo del transporte con aviones ligeros y con helicópteros. Mientras tanto, la aviación de negocios gozaría de una considerable demanda. De acuerdo con los datos de la revista Forbes, China ocupa el segundo lugar en el mundo por el número de multimillonarios. Al mismo tiempo, es de suponer que el número real de las personas acaudaladas en China supera las estimaciones de los medios occidentales.
Además de satisfacer las necesidades de este segmento de clientela, la simplificación del régimen de vuelos a bajas alturas fomentaría las adquisiciones de aparatos ligeros y de helicópteros por empresas privadas. El Gobierno chino, por su parte, está ampliando el parque aéreo, destinado al uso de la policía, los bomberos y los servicios de rescate.
En los últimos años por muchos fabricantes se firmó una serie de contratos que prevén la creación en China de centros de montaje de aparatos ligeros. Así, la empresa Cessna en 2009 ya inició la fabricación de sus aviones ligeros Cessna 162.
Los fabricantes rusos, precisa el experto, ponen muchas esperanzas en la cooperación con China. La empresa diseñadora de Be-103 es uno de los pocos fabricantes especializados en hidroaviones, su principal producto es el anfibio más grande del mundo, el Be-200. Durante el reciente salón de hidroaviones celebrado en la costa del mar Negro, el modelo experimental Be-200 ChS (conocido también como Be-200 ES por Emergency Services) estableció veintiséis récords mundiales.
En caso de exportarse a China, el anfibio ruso sólo tendrá un rival: el modelo chino Gaviota 300, desarrollado por la Corporación de la industria de aviación de China (AVIC).
Gaviota 300 realizó su primer vuelo en 2010 y el año pasado el modelo obtuvo el certificado de idoneidad para los vuelos. El aparato es algo más ligero que el Be-103 y sólo está dotado de un motor. En opinión de Vasili Kashin, la demanda para los hidroaviones entre consumidores chinos va en aumento, por lo que la presencia en el mercado de dos modelos no generará problemas, sino, al contrario, mejorará la situación de los clientes.
Viejo Condor
La Voz de Rusia (SIC)
Vasili Kashin
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