En noviembre de 1953 los miembros del Politburó se reúnen para decidir acerca del futuro del programa nuclear soviético, y en concreto para tomar decisiones acerca del misil intercontinental que todos tienen claro que la URSS tiene que construir para mantenerse a la par que los Estados Unidos.
Así que le preguntan a Andreí Sájarov y este estima que el peso sería de unas cinco toneladas y media, una cifra que al final demostraría ser mucho más grande de la final pero que llevó a la URSS a desarrollar el R-7 Semiorka, el ICBM más poderoso jamás construido.
El R-7 comparado con los misiles Redstone, Atlas y Titán II usados para los programas Mercury y Gemini de la NASA (Novosti Kosmonavtiki)
Pero sin embargo dio una inesperada ventaja a los soviéticos en la carrera espacial pues era un magnífico lanzador y aún hoy en día las Soyuz son lanzadas con un derivado del R-7.
Los detalles de esta curios historia los tiene Daniel Marín en El error de Sájarov o por qué la Unión Soviética alcanzó el espacio antes que los EEUU
Viejo Condor
Lainformsción.com (SIC)
No hay comentarios:
Publicar un comentario