En 2012, Rusia tendrá que reorganizar la ejecución del programa nacional de fabricación de armamentos y material que se aprecia en quinientos millones de euros y estipula la celebración de contratos a largo plazo con las empresas de la industria de Defensa.
El Ministerio de Defensa tiene previsto adquirir no menos de seiscientos nuevos aviones de combate, más de 1,200 helicópteros, más de cincuenta buques de guerra, ocho cruceros portamisiles de propulsión atómica, diez submarinos atómicos multifuncionales, 1,500 carros de combate, cincuenta y seis grupos de misiles antiaéreos S-400, diez grupos de los novísimos misiles antiaéreos S-500, etc.
Aparte de las compras del armamento nuevo, se planea modernizar centenares de aviones y helicópteros, miles de unidades del material blindado, un apreciable número de buques y submarinos.
El presidente ruso Dmitri Medvédev y el jefe del gabinete de ministros Vladímir Putin, quienes controlaron en persona la marcha de las negociaciones sobre los contratos más importantes con la Corporación unificada de construcciones navales, la Corporación aeronáutica unificada y el Instituto de Termotecnia de Moscú, plantearon que es inadmisible incumplir los planes de fabricación de armamentos y material.
El controvertido tema de financiación del programa nacional de fabricación de armamentos y material generó serias discrepancias en el seno del propio gobierno. En particular, muchos atribuyen la destitución del ministro de Finanzas, Alexéi Kudrin, a su disconformidad con el aumento de los dispendios militares.
De conformidad con el programa de desarrollo y dotación de armamentos trazado para 10 años, ha de ser radicalmente renovado el parque de material de guerra: del 70% al 100%.
En particular, serán renovados al 100% los arsenales de las Tropas de Misiles Estratégicos.
Se fomenta la producción de helicópteros. La sociedad Helicópteros de Rusia alcanzó importantes volúmenes de producción, modernizó sus cadenas de ensamblaje, afinó los vínculos de cooperación con otras empresas y ahora lanzan aparatos altamente competitivos.
El tema central del año 2012 será el papel de la comisión para la industria de Defensa, dependiente del Gobierno ruso.
Recientemente, al frente de dicha comisión fue nombrado el vicepresidente del gobierno Dmitri Rogozin, quien antes era embajador de Rusia ante la OTAN.
Rogozin debe agilizar las relaciones entre el Ministerio de Defensa y la industria de Defensa, logrando que la comisión para la industria de Defensa pase a ser un órgano que elabore decisiones mutuamente aceptables, tanto para los militares como para las empresas.
Según evidencia la experiencia rusa, el predominio de uno de los grupos de cabildeo, sea militar o industrial, siempre acarrea consecuencias negativas.
Viejo Condor
La Voz de Rusia (SIC)
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