Durante más de un año trabajarán en la Antártida los participantes de la 57ª expedición rusa que partió de San Petersburgo. En esto tiempo harán todo un conjunto de investigaciones científicas en el marco del programa “Océano Mundial”.
La expedición navega a la Antártida a bordo el buque de investigación “Akademik Fiodorov”. Además de la tripulación que consta de 70 personas, a bordo se encuentran más de un centenar de especialistas, así como equipos científicos y médicos, combustible, víveres y un avión tipo An 2. Todo esto es indispensable para garantizar la vida y el trabajo del personal durante 12-15 meses. A primeros de diciembre el buque entrará en el puerto de Ciudad del Cabo para tomar a bordo a unos 10 exploradores rusos más, así como completar las reservas de combustible y alimentos frescos para las estaciones antárticas.
Actualmente en 5 estaciones rusas: Mirny, Vostok, Progress, Bellinshausen y Novolázarevskaya, durante todo el año se observa la naturaleza del sexto continente. Los exploradores rusos estudian la influencia de los cambios climáticos globales en la Antártida, realizan investigaciones geológicas y geofísicas en la parte oriental del Mar de Weddell, donde se encuentran hacimientos más prometedores de hidrocarburos. La nueva expedición continuará la monitorización de la atmósfera, la hidrosfera, del espacio cercano. A más de esto, en la estación Vostok los investigadores seguirán perforando el pozo superprofundo hacia el lago relicto situado debajo del hielo. Esta estación se encuentra en la zona de frío, en la Antártida Central. La meseta de hielos tiene aquí una altura de 3 480 metros sobre el nivel del mar, cuenta Valeri Lukín, jefe de la expedición antártica rusa y conocido explorador.
- Por dos métodos geofísicos independientes el espesor del glaciar es de 3 750 metros, con un margen e variación e 20 metros. Ahora los perforadores han alcanzado ya la profundidad de 3 720 metros. De este modo, queda perforar 10 o 50 metros. Teniendo en cuenta que en la temporada antártica del año pasado perforamos 70 metros, en esta temporada esperamos obtener un resultado positivo: la pureza ecológica de penetración en el agua del lago Vostok. Así abriremos una especie de ventanillo a un mundo ignoto, que no tenía contacto alguno con la atmósfera durante muchos millones de años.
Podemos obtener información sobre lo que había en la Antártida antes de su congelación, hace cerca de 30-40 millones de años. Creamos un estupendo polígono natural en la Tierra para buscar organismos en otros planetas del Sistema Solar, para la elaboración de soluciones ingenieriles y tecnológicas.
Además de los estudios científicos, los participantes de la 57ª expedición han de hacer complejas operaciones de transporte marítimas, aéreas y terrestres. Según el programa internacional DROMLAN se efectuara una serie de vuelos intercontinentales. Para las estaciones antárticas de 11 países aviones IL 76 TD transportarán embarques por la ruta: Ciudad del Cabo – Novolázarevskaya. Las operaciones de transporte marítimas y las investigaciones oceanográficas corren a cargo de dos barcos científicos: “Akademik Fiodorov” y “Akademik Alexaner Karpinski”. Después de esta larga expedición el abanderado de la flora rusa polar volverá a San Petersburgo en el año que vine, el 18 de mayo.
Viejo Condor
La Voz de Rusia (SIC)
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