El agujero de ozono que este invierno se formó en el Ártico se ha convertido en el agujero de ozono más 'profundo' registrado en las últimas dos décadas y ya se acerca por tamaño al agujero de ozono antártico, según el artículo publicado en la revista Nature.
En invierno y primavera de los años 2010 y 2011 en el Ártico los científicos observaron por primera vez el proceso de formación del agujero de ozono. A principios de abril, la Organización Meteorológica Mundial advirtió que la cantidad de ozono en la atmósfera del Ártico durante el invierno se había reducido un 40%, lo que constituye una cantidad récord.
El agujero de ozono en las regiones polares aparece cuando, debido a las bajas temperaturas en los estratos más altos de la atmósfera (por debajo de 78 grados bajo cero), el vapor de agua y el ácido nítrico forman las denominadas nubes estratosféricas polares. Estas nubes y otros aerosoles fríos permiten a los compuestos de cloro, en particular a los clorofluorocarbonos (CFC), transformarse en compuestos altamente activos como el monóxido de cloro, que destruyen la capa de ozono.
Los científicos señalan que las temperaturas por debajo de 78 grados en el Ártico se mantuvieron más de 100 días. Al mismo tiempo en primavera se registró una caída en la cantidad de ozono por debajo de 250 unidades Dobsondurante 27 días y por debajo de 230 durante una semana. "En este sentido, la reducción de la cantidad de ozono en el Ártico por primera vez alcanzó un nivel en el que podemos hablar de agujero de ozono en el Ártico", dicen los autores del artículo.
Por otro lado, según comenta el experto del Instituto de investigación científica del Ártico y la Antártida de Rusia, Alexánder Makshtas, actualmente no se observa una disminución brusca de la capa de ozono en el Ártico. Para el científico, se trata de un fenómeno temporal que se observa en su mayor parte en la primavera y se debe al torbellino circumpolar, un movimiento atmosférico alrededor del Polo Norte que provoca el enfriamiento de la misma.
Los científicos del estudio indican que actualmente no existen métodos que puedan predecir la repetición de casos en los que se pueda dar una fuerte reducción de la capa de ozono. Para el desarrollo de tales métodos es necesario reunir datos más precisos sobre el estado de la estratosfera en invierno.
La capa de ozono no deja entrar a los peligrosos rayos ultravioletas del sol en la atmósfera. Estos rayos pueden causar cáncer de piel, cataratas y otras enfermedades. En 1987 fue adoptado el Protocolo de Montreal, que está dirigido a proteger la capa de ozono y prohíbe la producción de CFC, entre otras sustancias peligrosas.
Viejo Condor
RT.news (SIC)
Articulo completo en:http://actualidad.rt.com/ciencia_y_tecnica/medioambiente_espacio/issue_30508.html
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