Muamar Gadafi
La Unión Africana (UA) dejó claro el pasado viernes que no piensa ejecutar la orden internacional de arresto contra el dirigente libio Muamar Gadafi y sus familiares y anunció la próxima apertura de negociaciones en Adís Abeba para el arreglo del conflicto en esta nación del norte de África.
Una resolución aprobada ayer en la cumbre de la Unión Africana en Malabo, en Guinea Ecuatorial, señala que “los países miembros no van a ejecutar la orden de arresto”, emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) el 27 de junio. La orden va dirigida contra Gadafi en persona, su hijo Saif al Islam y su cuñado Abdulá al Senusi, actual jefe de Inteligencia Militar de Libia, a quienes los fiscales de la CPI acusan de crímenes de lesa humanidad.
La UA llamó al Consejo de Seguridad de la ONU a que “emprenda acciones para cesar el proceso de la CPI contra Libia” y subrayó que la orden de busca y captura “entorpece seriamente las gestiones para encontrar una solución política y diplomática” que tenga en consideración los intereses de todas las partes implicadas.
“Todo el mundo reconoce que la CPI siempre se inmiscuye para echar leña al fuego en el momento menos pertinente”, declaró Jean Ping, presidente de la Comisión de la Unión Africana.
Trípoli, por su parte, afirmó anteriormente que no reconoce la jurisdicción de la CPI cuya resolución sirve de “cobertura para la OTAN” en sus intentos de eliminar a Gadafi y sus familiares.
La UA es el principal organismo que actúa de intermediario en el conflicto entre el régimen de Muamar Gadafi, más de 40 años en el poder, y los rebeldes que demandan su dimisión desde febrero pasado.
Para proteger a civiles, el Consejo de Seguridad de la ONU autorizó en marzo el embargo sobre el suministro de armas a Libia, una zona de exclusión aérea sobre su territorio y otras medidas que allanaron el camino a la intervención militar de una fuerza multinacional que actúa bajo el mando de la OTAN. El pasado 1 de junio, la Alianza decidió prolongar su operación en Libia por 90 días como mínimo.
El presidente sudafricano Jacob Zuma, uno de los mediadores clave en el conflicto de Libia, anunció ayer la próxima apertura de negociaciones entre el régimen de Gadafi y los insurgentes. Las negociaciones se van a desarrollar en la capital etíope, Adís Abeba, y tendrán como objetivo el cese del fuego y la creación de un Gobierno interino. Gadafi, según la prensa internacional, se mantendrá al margen del proceso negociador.
El pasado viernes se celebró en Trípoli una manifestación multitudinaria de partidarios de Gadafi quien la víspera amenazó a Europa con ataques a menos que la OTAN cese la campaña militar contra su régimen.
Dos horas después de la manifestación se escucharon tres estampidos en las inmediaciones del complejo presidencial, supuestamente, a raíz de un nuevo raid aéreo de la OTAN.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
Dos horas después de la manifestación se escucharon tres estampidos en las inmediaciones del complejo presidencial, supuestamente, a raíz de un nuevo raid aéreo de la OTAN.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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