Austria y Rusia se pronunciaron hoy por el cese del fuego y la apertura inmediata del diálogo político interno en Libia.
“Estoy convencido de que el alto el fuego y el inicio inmediato de las negociaciones son el objetivo prioritario. Austria y Rusia apoyan unánimemente la iniciativa correspondiente de la Unión Africana y de la Liga Árabe”, manifestó el ministro ruso de Asunto Exteriores, Serguei Lavrov, al intervenir este miércoles en una rueda de prensa con su homólogo austriaco Michael Spindelegger, de visita en Moscú.
A ambos países, según Lavrov, les “preocupa que la situación en torno a Libia evolucione por vía militar”. “Nuestro objetivo común es hacerlo todo por evitar víctimas civiles. Llamamos a las partes en Libia a lanzar el diálogo político interno para estabilizar la situación e implementar reformas democráticas”, dijo.
Reafirmó que Libia necesita cambios y que su futuro régimen “debe ser democrático” pero insistió en “que lo decidan los propios libios, sin injerencia desde fuera”. Los actores externos, en su opinión, han de limitarse a facilitar este proceso por todos los medios.
El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó el pasado 17 de marzo una resolución que prevé el establecimiento de una zona de exclusión aérea sobre Libia y otras medidas militares para proteger a la población civil de las tropas de Muamar Gadafi. El documento fue aprobado por 10 votos a favor con las abstenciones de Alemania, Brasil, China, India y Rusia. Dos días después se inició en Libia la operación Odisea del amanecer, en la que participan a día de hoy varias naciones occidentales y árabes y cuyo mando militar se encomendó a la OTAN.
Lavrov confesó hoy que Rusia habría avalado la resolución 1973 de la ONU con respecto a Libia “si hubiera definido con precisión los límites del uso de la fuerza”. La vaguedad de las fórmulas, según él, dio origen a “bastantes ambigüedades en la implementación práctica” de ese documento.
Varios políticos occidentales - entre ellos, los ministros de Exteriores de Francia e Italia, así como el presidente de EEUU - mencionaron en los últimos días la posibilidad de suministrar armamento a los rebeldes que desde mediados de febrero pasado luchan contra el régimen de Muamar Gadafi.
El jefe de la OTAN, Anders Vogh Rasmussen, manifestó por su parte que el objetivo de la operación en Libia es proteger a la población civil, no armarla.
“Estamos totalmente de acuerdo en ello con el secretario general de la OTAN”, comentó al respecto Serguei Lavrov.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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