El Servicio Federal ruso de Supervisión en materia de Agricultura (Rosseljoznadzor) decidió recrudecer el control sobre los alimentos importados de Alemania y otros países de la UE a raíz de detección de la dioxina en piensos y productos de ganadería alemana, informó hoy la oficina de prensa de ese organismo ruso.
El escándalo estalló en Alemania a inicios del año 2011. Las autoridades del país prohibieron la realización de productos de más de 4.700 granjas agrícolas por temer que la carne y los huevos puedan estar contaminadas con dioxina.
Rosseljoznadzor solicitó la información oficial sobre la investigación de lo ocurrido y la eliminación de sus consecuencias. Informó que de no recibir tal información en plazos mínimos, se reserva el derecho a restringir la introducción de tales productos en el mercado ruso.
El primer médico sanitario de Rusia, Guennadi Oníschenko, entrevistado por la emisora de radio Kommersant FM, informó, a su vez a la opinión pública que el país no importa huevos de gallina desde Alemania. Pero al mismo tiempo exhortó a los consumidores rusos a adquirir huevos de producción patria.
La dioxina es una sustancia que no se degrada de modo natural en el medio ambiente ni en el organismo humano. Una vez en el organismo, queda ahí por siempre ejerciendo su impacto dañino. Provoca dolencias serias, incluidos tumores malignos, alteraciones de la psiquis, reducción de la fertilidad, deterioro de la capacidad intelectual, cambios en el sistema inmunológico, etc.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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