El primer ministro ruso, Vladímir Putin, visitó hoy el cementerio Liublinskoye para honrar la memoria de Egor Svirídov, hincha del equipo Spartak muerto en Moscú en una pelea callejera a inicios de diciembre.
En aquel entonces esta muerte provocó varios disturbios callejeros y una gran polémica en el país.
El presidente del Gobierno se dirigió al cementerio tras un encuentro que sostuvo hoy en la sede del Ministerio de Deporte, con representantes de hinchas de fútbol de distintos equipos, incluyendo los del Norte del Cáucaso.
Tras el encuentro, el ministro se sentó con ellos en un autobús y allí continuó su conversación.
Durante el encuentro, Putin no descartó que las reglas de estancia de visitantes en grandes ciudades serían cambiadas en función de la conducta de los visitantes y la observancia de las reglas y costumbres locales.
“Lo que actualmente sucede entre los hinchas rusos casi no es distinto a procesos similares en otros países, incluyendo los europeos. En general, se trata de formaciones radicales de varios países que no se unen en aras del deporte ni de su desarrollo, sino que persiguien sus propios intereses políticos, preciamente para debilitar el país, desestabilizarlo y después anunciar que tan sólo ellos pueden salvar a Rusia. Si permitimos que esto suceda será una catástrofe”, concluyó Putin.
Viejo Condor
RT.net (SIC)
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