La cancillera federal de Alemania, Angela Merkel, llegó a Rusia para participar en la cumbre bilateral en los Urales y el foro anual de las sociedades cívicas de ambos países.
Antes de su salida de Berlín admitió en un tradicional videomensaje a la nación expuesto en la red global que “hoy las relaciones económicas con Rusia son muy amplias, se mantiene una buena cooperación política y la colaboración en el marco del 'G8' y el Grupo de los 20”. Señaló que en las consultas interestatales en Yekaterimburgo “participarán muchos ministros de los dos gobiernos”. Opina que este hecho comprueba, como tal, lo multifacéticos que son los vínculos que unen a las dos naciones.
Entre los temas políticos de importancia especial que los líderes estatales tratarán en los Urales destaca la iniciativa de Dmitri Medvédev, presidente de Rusia, y apoyada por Merkel sobre la creación de un comité a nivel ministerial que aúne Rusia con la Unión Europea en cuestiones de la seguridad y la política exterior y apoye a viabilizar el Tratado de la Seguridad europea.
La delegación alemana está compuesta no solo por los ministros, sino también por decenas de hombres de negocios y llega a Ekaterimburgo con varios importantes proyectos, como la producción conjunta de turbinas para instalaciones de energía eólica en el territorio ruso bajo la marca de Siemens. El director general de esta compañía, Peter Loscher, anunció ante la prensa europea que estaba decidido a concordar el nuevo proyecto durante las negociaciones bilaterales presididas por ambos líderes políticos.
Al mismo tiempo Siemens cuenta con un memorando que le permita suministrar a los ferrocarriles de Rusia de 240 trenes del modelo Desiro, diseñado especialmente para las vías anchas que mantienen todos los estados de la antigua URSS. En caso de las negociaciones exitosas, la suma del contrato entre el abastecedor y los ferrocarriles alcanzaría los 2.600 millones de euros (unos 3.300 millones de dólares).
El denominado Comité Este de la Economía Alemana espera resultados concretos de las consultas en el marco del foro bilateral. Conforme a su comunicado, los participantes deben aprovechar estas negociaciones para el desarrollo de la economía rusa y asimismo de la alemana. En este aspecto, lo que destacan es el centro innovador de Skólkovo en las afueras de Moscú.
“A raíz de su potencia industrial —indica el presidente del Comité, Klaus Mangold—, Alemania sigue siendo un socio natural en la modernización de la industria rusa". Por eso los encuentros en Ekaterimburgo “deben usarse para el avance ruso-alemán en el campo de la modernización y para la coordinación de proyectos conjuntos”.
Ekaterimburgo será la primera etapa en la gira oriental de Angela Merkel. Después de la clausura del foro la cancillera federal de Alemania visitará las capitales de China y Kazajistán, Pekín y Astaná.
Viejo Condor
RT.net (SIC)
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