El piloto del avión polaco que se estrelló el 10 de abril cerca de Smolensk, rezaba en los últimos segundos antes de la catástrofe. Así informó el fiscal jefe de Polonia, Andrzej Seremet tras analizar la grabación de las cajas negras.
En los próximos días será publicada la grabación entera aparte de algunos fragmentos íntimos, como la oración del piloto. El desciframiento por parte de los jueces de instrucción rusos y polacos, de los registradores de voz en cabina ha terminado en Moscú.
Mientras tanto, el periódico canadiense National Post tras analizar la información sobre la catástrofe aérea de la aeronave presidencial, llegó a la conclusión de que la causa de la tragedia "no podía ser alguna diversión". No hay sólo indicios de la mala intención, sino también las razones de eso.
"La muerte de los líderes de Polonia en la región de Katyn no favorece a los intereses de nadie, quién teóricamente podría tener la posibilidad de provocarla", concluye el periodista George Jonas.
Jonas opina, que ni el avión anticuado ni también el estado del aeropuerto en Smolensk podían ser la causa principal de la catástrofe, aunque contribuyeron a esta de alguna manera. “El aeropuerto no fue equipado con las instalaciones para aterrizar, compatibles con el sistema de instrumentos a bordo de la avión presidencial”, escribe el periodista. El piloto de 36 años de edad podría no tener suficiente experiencia de aterrizar con ayuda de los instrumentos, que son raramente utilizados en los países occidentales. Cumplir el aterrizaje así bajo las condiciones de mal tiempo es todavía más difícil.
Otra causa que podría influir en la tragedia es la diferencia cultural sobre el pilotaje a bordo. En Occidente, es el piloto quién comanda y toma la decisión final. Sin embargo, en otras partes no es así. El piloto obedece a los órdenes desde tierra o de alguien que viaja en la aeronave, cuando se trata de tan altos funcionarios como los líderes nacionales. Y ya es conocido por la sociedad que en una ocasión el fallecido mandatario, al no verse cumplido su deseo de aterrizar por parte del comandante lo llamó ‘cobarde’. El piloto occidental debía desviarse a otro aeropuerto si no lograba aterrizar de una vez, pero el presidente podría haberle ordenado probar más y más.
El avión TU-154, a bordo del cual iban 96 personas, incluyendo al presidente de Polonia, Lech Kaczynski, y a su esposa, se estrelló el 10 de abril cerca de la ciudad rusa de Smolensk. La delegación polaca se dirigía a la ciudad de Katyn para participar en unos actos conmemorativos. Nadie de los que viajaban sobrevivió.
Viejo Condor
RT.net (SIC)
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