Moscú, 29 de diciembre, RIA Novosti. El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, calificó las acciones de la oposición que desembocaron en desórdenes y la muerte de al menos 15 personas, de una "mascarada abominable" apoyada desde el exterior por unas fuerzas destructivas, informó hoy la agencia iraní IRNA.
"El pueblo de Irán vio muchas mascaradas como ésta, mascaradas encargadas por los sionistas y los estadounidenses", declaró Ahmadineyad.
Anteriormente, el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica acusó a la oposición de provocar una guerra psicológica y estar apoyada desde el exterior, señalando que los intentos de destruir el sistema existente en Irán no darán resultado.
Los choques entre los partidarios de la oposición y las fuerzas de seguridad empezaron el sábado pasado en la capital de Irán y se intensificaron el domingo. En los disturbios perecieron al menos 15 personas, incluido un sobrino del líder opositor iraní, Mir Husein Musavi. Unas 300 personas fueron arrestadas.
Políticos de varios Estados occidentales y también de Suecia, país que preside la Unión Europea, censuraron el proceder de las autoridades de Irán.
Según medios noticiosos, en Teherán fueron detenidos varios periodistas extranjeros e iraníes. Organismos judiciales de Irán confirmaron este martes la detención del sirio Reza al-Basha, reportero de Dubai TV.
El presidente de EEUU, Barack Obama, declaró la víspera que Washington censura la dura actitud que se muestra hacia la gente de paz y exigió que las autoridades iraníes excarcelen a todos los presos políticos.
La crisis política en el país se puso de relieve tras la reelección del presidente Mahmud Ahmadineyad. En los comicios del pasado 12 de junio, el actual gobernante de Irán renovó su mandato, al reunir más del 60 % de los votos, mientras que su principal rival Mir Husein Musaví reunió un poco más del 30 %. Tras la publicación de los resultados de las elecciones presidenciales, los partidarios de Musavi exigieron la anulación de los comicios por considerarlos fraudulentos. Para reclamar una nueva votación, la oposición organizó multitudinarias protestas en Teherán, en las que perecieron al menos 30 personas y más de mil fueron arrestadas. Además, a principios del mes de diciembre, otra fiesta nacional sirvió de detonante para una nueva ola de disturbios que protagonizaron los seguidores de Musavi. En aquella ocasión, se efectuaron 200 detenciones.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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