Rusia pretende realizar el martes el lanzamiento de prueba de un misil crucero creado para el sistema operacional táctico Iskander, modelo que ya se pone en dotación del Ejército ruso de Tierra en la región del Cáucaso. El ensayo marca el comienzo de la segunda fase en el desarrollo de las rampas lanzamisiles Iskander, según admitió ayer Serguei Ivanov, vicepresidente primero del Gobierno ruso.
Una fuente de la industria rusa de defensa reveló que se trata de un misil destinado para el sistema Iskander-K (Nota: El Ejército ruso usa actualmente el modelo Iskander-M) y cuyas características aerodinámicas, habilitadas para el vuelo a baja altura, contribuirán a hacerlo menos vulnerable ante el adversario.
El alcance del sistema Iskander no supera 500 Km., de manera que su despliegue no supondría violación alguna de los acuerdos internacionales en vigor, explicó al diario Vedomosti Yevgueni Miasnikov, experto del Centro ruso para los problemas del desarme.
El estacionamiento de los primeros sistemas Iskander en el norte del Cáucaso significa que la totalidad del territorio georgiano estará al alcance de los nuevos misiles, constatan los expertos en temas militares.
Si Rusia desplegara estas armas en el enclave de Kaliningrado, podrían alcanzar también a los antimisiles estadounidenses en Polonia.
Con todo, los nuevos misiles de por sí no darán abasto porque Polonia compra también los cazas F-16, hechos en EEUU, y Georgia importa aviones de combate ligeros L-159, de producción checa.
Por consiguiente, Rusia debería acelerar también el desarrollo del llamado caza de quinta generación.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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