El apoyo ucraniano a la posición de Occidente en relación con Osetia del Sur y Abjasia promete a Kíev su pronto ingreso a la OTAN, escribe en su edición de hoy el diario ruso Nezavisimaya Gazeta.
Pero los expertos advierten que estos días la cúpula gobernante ucraniana se mete en un juego ajeno el que puede traducirse en el resurgir del telón de acero capaz de dividir el país en dos partes.
El conflicto del Cáucaso movió a Occidente a poner sus miras en Ucrania.
Desde el momento de la proclamación de la independencia, este país nunca ha actuado con tanta intensidad en el escenario internacional como lo hace ahora.
Ayer visitó la capital ucraniana el ministro británico de Exteriores, David Miliband, quien declaró en la víspera que es inaceptable el reconocimiento por Rusia de Osetia del Sur y Abjasia como países independientes. El Kíev el canciller británico estudió las perspectivas de forjar una coalición más amplia posible contra la "agresión rusa a Georgia".
Esa coalición comenzó a adquirir contornos -aún muy imprecisos- el pasado martes, cuando los líderes occidentales empezaron a lanzar reproches a Rusia.
El ministerio ucraniano de Exteriores canceló la visita de su delegación a Moscú fijada para el miércoles.
Simultáneamente, el departamento diplomático de Ucrania emitió una declaración muy dura que entre otras cosas, dice: "La anexión de una parte del territorio georgiano mediante la creación de los regímenes títere pone en evidencia que Rusia ha retomado la ley del más fuerte en la solución de los problemas internacionales."
El credo del presidente Víctor Yúschenko nunca ha sido un secreto. Pero el marcado carácter anti-ruso de sus últimas declaraciones se explica con el fuerte apoyo que Occidente prestó a las autoridades de Kíev.
Esta semana, Alemania, principal adversario de la integración acelerada de Ucrania a la OTAN, cambió de posición y se pronunció a favor de la adhesión de Ucrania al Plan de Acción para la Afiliación a la Alianza Atlántica ya el año en curso. A juzgar por todos los indicios, Ucrania, país fronterizo de Rusia, ha de desempeñar un papel importante en el nuevo sistema de defensa, en fase de creación en Europa.
El director del centro de estudios "Penta", Vladímir Fesenko, da por descartado que entre Rusia y Occidente se crea un nuevo telón de acero, en la frontera del cual se encuentra Ucrania. A su juicio, esa situación no sólo agravaría las relaciones ruso-ucranianas sino que podría escindir a Ucrania, puesto que las provincias occidentales y centrales del país se solidarizan con el presidente Yúschenko, mientras en las regiones orientales y sureñas imperan ánimos pro rusos.
Viejo condor
RIA Novosti (SIC)
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