jueves, 14 de agosto de 2008

LAS CIBERGUERRAS SON IGUAL DE PELIGROSAS QUE CONFLICTOS CONVENCIONALES

Las guerras modernas no se conducen únicamente con carros de combate, cañones y aviación.
Tampoco se limitan a ataques diplomáticos y de información: se extienden enseguida al ciberespacio, tal y como ocurrió en esta ocasión, en cuanto Georgia atacó a Osetia del Sur en la noche del 7 al 8 de agosto.
Desde la ruptura de hostilidades se iniciaron los ataques en masa contra los sitios web de las instituciones públicas de Georgia y Rusia y las principales agencias noticiosas, entre ellas, RIA Novosti, cuya página y red corporativas experimentaron durante varios días serios problemas de funcionamiento. Algo similar pasó con las corresponsalías de RIA Novosti en varios países extranjeros que se encuentran a una distancia considerable uno del otro. Otras agencias de noticias también fueron atacadas por hackers.
La información tiene importancia enorme en el mundo contemporáneo. Manipulando los datos, verídicos o falsos, uno puede imbuir a la gente una visión conveniente de lo que pasa. El ataque informático contra una agencia noticiosa permite, por tanto, alterar e incluso bloquear totalmente la transmisión de información, lo cual implica un perjuicio equiparable a la derrota en el campo de batalla.
Los ataques contra la web de una agencia noticiosa no militar forman parte de un fenómeno novedoso que recibió el nombre de guerras informáticas. El funcionamiento de un Estado moderno es inconcebible sin el espacio informático que constituye un componente extremadamente vulnerable del engranaje de control. Muchas veces, el blanco del ataque es la información almacenada en los ordenadores, y el atacante puede destruirla o robarla a pesar de que se encuentra a miles de kilómetros. Es una forma de obtener datos secretos con que era imposible soñar siquiera en la época de documentos impresos.
Las primeras ciberguerras se remontan a mediados de la década del 80. Libros de texto mencionan el ‘caso Speer', programador alemán que en 1986-1987 causó un perjuicio colosal a la seguridad de EEUU al sacar de sus redes informáticas militares numerosos datos confidenciales para la Stasi, el servicio de inteligencia de la Alemania del Este.
Todo el mundo entiende la importancia del ciberespacio. En el marco de la OTAN y en Rusia se crean estructuras especiales para hacer frente a los ataques informáticos. Además, se desarrollan en diversos países las bombas electromagnéticas y otras armas capaces de inutilizar equipos electrónicos.
Mucha gente piensa que una guerra informática es más humana que la convencional, pues nadie se muere con el allanamiento de una web. Sin embargo, es una impresión errónea. La parálisis de la economía y el transporte en un país grande causará a la larga tantas víctimas como un conflicto bélico, y el eventual uso de armas clásicas o nucleares en plan de represalia podría provocar víctimas colosales a escala global
Las guerra ciberneticas dejan ciego, sordo y mudo al enemigo , consiguen información o desinforman al enemigo y a la opinión pública.

Viejo Condor.
Opiniones Ilá Krámnik
RIA Novosti

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