Los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y Rusia, Vladímir Putin, discutirán este jueves en Pekín pasos para apuntalar los precios del petróleo, pero ambos son conscientes de que para incidir en el mercado es imprescindible un acuerdo con Arabia Saudí, dijeron expertos a Sputnik Nóvosti.
Rusia y la OPEP, liderada por Arabia Saudí, ya han dialogado sobre medidas para apuntalar los precios, la última vez en julio en Moscú, aunque sin llegar a un acuerdo.
Pero ahora "Rusia está lista para mantener consultas con la OPEP respecto a estabilizar los precios mundiales del crudo", declaró a la prensa este martes el viceprimer ministro de ese país, Arkadi Dvorkóvich.
Infografía: Organización de Países Exportadores de Petróleo
Los precios del petróleo, que rondaron los 100 dólares el barril (de 159 litros) durante varios años hasta 2014, han caído a menos de la mitad en 2015 y en los últimos días vivieron altibajos de entre 10 y 20 por ciento, en torno a 45 y 50 dólares por unidad.
Maduro, invitado a Pekín para rubricar acuerdos bilaterales y asistir a la conmemoración del 70 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) en Asia, aprovechará un encuentro con Putin para dialogar sobre el tema.
Para el economista petrolero Rafael Quiroz, asesor de la presidencia del emisor Banco Central de Venezuela, "esa estrategia es acertada": "Venezuela y Rusia son dos de los países más afectados por la caída de los precios y no hay posibilidad de recuperarlos si no se recorta la oferta con un cierre parcial y concertado de la producción", dijo a Sputnik Nóvosti.
La OPEP "tiene una sobreoferta de casi tres millones de barriles diarios, pero no puede ser la única que recorte, deben agregarse otros productores, que siempre se beneficiaron de los ajustes de la organización, como Rusia, Omán, Noruega o México", dijo Quiroz.
Venezuela "ha sido el exportador petrolero más afectado porque, a diferencia de los productores del Golfo arábigo-persa o de Noruega y de la misma Rusia, que acumularon reservas, el productor caribeño no tuvo esas previsiones", señaló Habalián.
"Una colaboración efectiva no se ha visto, y la pregunta ahora es si Rusia y los países de la OPEP, con Arabia Saudita, al frente estarán dispuestos a la cooperación y no a la competencia", dijo por su parte a Sputnik Nóvosti el exministro venezolano de Energía (1979-1983) Humberto Calderón.
Entre todos los protagonistas, "la clave la tiene Arabia Saudita, porque su propósito de mantener elevada la producción es sacar de la competencia al crudo de lutitas (esquistos) en Estados Unidos y a los productores de petróleos más costosos en el Atlántico (África occidental y Brasil) y en el Golfo de México", sostuvo.
Como elemento geopolítico "también la estrategia saudita afecta a su rival Irán, cuyos ingresos no serán altos aun cuando incremente su producción en el corto plazo", agregó.
Si la reunión Putin-Maduro abre una nueva ronda de negociaciones entre productores OPEP y No-OPEP con miras a recortar la producción, la organización podría acordar el asunto en su próxima conferencia ministerial, prevista para el 4 de diciembre en Viena.
La OPEP está integrada por Angola, Arabia Saudí, Argelia, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Catar y Venezuela.
Arabia Saudí es el gigante del grupo, con una producción cercana a los 10,5 millones de barriles diarios, semejante a la de Rusia y EEUU.
Sputnik Mundo (SIC)
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