La búsqueda de vida extraterrestre, el estudio de la evolución del clima de la Tierra, la detección temprana de cuerpos celestes peligrosos y la investigación de la materia oscura y la energía constituyen los pilares del nuevo programa espacial ruso, al que ha tenido acceso la agencia RIA Novosti.
En 2018 se tiene previsto enviar a la órbita otra sonda ExoMars y en 2021, el laboratorio espacial Spektr-UV, entre otras sondas automatizadas.
El programa espacial contempla además enviar un hombre a la Luna en 2029, previos vuelos alrededor del satélite en 2025.
Para allanar este camino los investigadores rusos realizarán estudios en profundidad de la Luna y de su superficie mediante sondas automáticas y robots con el fin de diseñar elementos clave de una futura base.
Así, en 2019 se planea lanzar el satélite Luna-Glob; en 2021, la sonda Luna Resurs AO, y en 2022, Luna Resurs PA.
La nueva estrategia enumera también entre otros objetivos el diseño de remolcadores orbitales, dotados de propulsión nuclear, para las naves tripuladas de nueva generación y el desarrollo de una tecnología basada en el principio modular para la fabricación de cohetes.
Todo ello le permitiría a Rusia hacerse con más del 30% del mercado de lanzamientos y fortalecer su posición como potencia en este ámbito, se destaca en el programa espacial.
Sputnik Mundo (SIC)
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