La novena reunión ministerial del Consejo Ártico, que tendrá lugar el 24 y el 25 de abril en Iqaluit, Canadá, va a demostrar hasta qué punto el conflicto de Ucrania ha repercutido en la cooperación de las naciones polares, escribe este jueves el diario Kommersant.
Los primeros indicios son poco alentadores: Canadá se negado a firmar con Rusia un convenio vinculante para luchar contra la contaminación petrolera en el Ártico, debido a las discrepancias sobre Ucrania.
Por su parte, Moscú ha dado a entender que vetará la petición de la Unión Europea, uno de los candidatos al rango de observador permanente en el Consejo Ártico.
El jefe de la delegación rusa y titular de Recursos Naturales, Serguéi Donskói, califica el Consejo como “institución clave” y manifiesta “rechazo a cualquier intento de politizar el desarrollo de la cooperación en el Ártico”, región que “genera un 15% del PIB y una cuarta parte de las exportaciones” y que, en su opinión, “debe permanecer al margen de la política”.
Donskói viajará a Iqaluit en lugar del titular de Exteriores Serguéi Lavrov cuya visita, según Kommersant, se ha cancelado debido a la postura del país anfitrión. El Consejo Ártico es un organismo intergubernamental que agrupa a Canadá, EEUU, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega, Rusia y Suecia. Suele celebrar reuniones ministeriales cada dos años, tradicionalmente a nivel de cancilleres.
En el encuentro de Iqaluit se estudiarán las solicitudes de cuatro países y 13 organizaciones, incluida la UE, que buscan el estatus de observador permanente para poder influir, al menos indirectamente, en la toma de decisiones sobre una región tan prometedora para el desarrollo de la navegación y la producción de hidrocarburos.
La UE intentó ingresar en el club ártico en 2013, pero su petición fue declinada, en parte, por el rechazo de Canadá que, sin embargo, cambió de actitud hace unos meses. Ahora es Rusia la que podría imponer el veto, según se desprende de las palabras de su representante en el Consejo Ártico, Vladímir Barbin.
“El contexto para tomar semejantes decisiones no es del todo favorable cuando la UE aplica una política de sanciones con respecto a Rusia”, dijo Barbin a Kommersant.
Al mismo tiempo, el periódico indica que Rusia no se opondrá a la concesión del rango de observador a países amigos como Turquía, Mongolia y Grecia. En lo que atañe al cuarto aspirante, Suiza, Moscú todavía no se ha posicionado.
Sputnik Mundo (SIC)
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