Heinz
La compañía alimentaria H.J. Heinz Co. ha retirado del mercado chino productos para niños después de que las autoridades detectaran niveles excesivos de plomo.
Es el último problema de seguridad alimentaria en que se ve envuelta una multinacional después de que las mayores compañías de comida rápida se vieran salpicadas por la carne podrida suministrada por un centro de Shanghái.
Los funcionarios de la provincia de Zhejiang (este del país) han encontrado concentraciones ilegales de plomo en cereales destinados para niños de entre seis meses y tres años en más de 1.400 cajas. La compañía, globalmente célebre por su icónico Ketchup, ha reconocido en un comunicado las acusaciones. Las cantidades, definidas como “serias” por China, no han sido concretadas por las autoridades. La ley nacional prohíbe que excedan los 0,2 miligramos por kilo.
Los funcionarios de la Administración de Alimentos y Medicinas de Zhejiang han supervisado que todo el material era retirado y destruido. El plomo puede entrar en el cuerpo humano a través del humo, polvo y alimentos. En los niños puede causar problemas de aprendizaje y conducta, y una exposición continuada conduce en los casos más graves al coma o la muerte.
La compañía ha explicado que la contaminación se debe a un error “accidental” de su suministrador chino y ha asegurado que el resto de sus productos no están afectados. El problema con el suministrador es parecido al que sufrieron McDonald’s, Pizza Hut, Kentucky Fried Chicken y otras multinacionales el pasado mes con un centro de Shanghái que manejaba carne podrida y falsificaba las fechas de caducidad en el etiquetaje. El escándalo castigó la reputación de las compañías y las obligó a renunciar a buena parte de sus menús.
Aunque las crisis alimentarias son cotidianas en China y cuesta que la población se sorprenda, el país aún mantiene toda su capacidad de indignación con la comida infantil desde el gran escándalo ocurrido en vísperas olímpicas. En 2008, seis niños murieron y 300.000 enfermaron por leche contaminada con melamina. Las investigaciones posteriores revelaron que la práctica totalidad del sector lácteo nacional estaba involucrado, por lo que el consumidor chino giró su atención hacia las caras marcas extranjeras. Éstas han multiplicado sus beneficios en el gigante asiático desde entonces. El mercado chino, excluyendo la leche en polvo, está valorado en 8 mil millones de yuanes (unos 1,3 mil millones de dólares).
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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