El presidente Vladímir Putin se reunió con representantes del complejo militar industrial de Rusia para fijar nuevas metas en el marco del ambicioso programa de rearme que costará más de 600.000 millones de dólares hasta 2020, comunicó hoy el diario Novie Izvestia.
Las conclusiones hechas al término de la reunión, celebrada durante tres días en Sochi, fueron en su mayoría optimistas: el rearme y la modernización de las Fuerzas Armadas permitirán a Rusia volver a ser una de las principales potencias mundiales.
Pero también hubo críticas por parte del presidente. Según expertos, los principales riesgos son el atraso tecnológico de la industria militar, la corrupción y la ralentización de la economía nacional.
Sea como fuere, las Fuerzas de Misiles Estratégicos de Rusia deberán recibir el año entrante 22 misiles balísticos con base en tierra. En 2014 está previsto lanzar 'seis nuevos aparatos espaciales' y poner a prueba el lanzador Angará. El Ejército incorporará 120 aviones, 90 helicópteros y el nuevo sistema antiaéreo S-500.
Entretanto, los expertos comentan que los problemas acumulados durante décadas obstaculizan el desarrollo del sector de defensa.
"Hay escasez de mano de obra calificada. Otro problema es la maquinaria obsoleta, y todo esto se entrelaza con el eterno problema de la corrupción", dijo a Novie Izvestia el director del centro de Análisis del Comercio Mundial de Armas, Ígor Korótchenko.
A su vez, el director del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías de Rusia, Ruslán Pújov, recordó que el Programa nacional de armamento fue elaborado cuando la economía nacional registraba tasas positivas de crecimiento y el barril de petróleo costaba 147 dólares.
"Ahora ya no es así, todo ha caído. Necesitamos ajustar nuestras ambiciones militares a las posibilidades económicas. De otro modo fracasará el programa de rearme en el que se invierten miles de millones de dólares", apuntó el experto.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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