Dmitri Medvédev en cumbre del G-20 en 2009
La información sobre el espionaje por parte de los servicios secretos de Reino Unido y EEUU durante la cumbre del G-20 en 2009 puede perjudicar seriamente las relaciones ruso-estadounidenses, considera el senador ruso, Igor Morozov.
Hoy se supo que la inteligencia de Reino Unido en estrecha colaboración con sus colegas estadounidenses espió a los presidentes y jefes de Gobierno que asistieron a la cumbre del G-20 en 2009 y, en particular, interceptó las llamadas telefónicas del entonces presidente ruso Dmitri Medvédev..
La respectiva información fue publicada por The Guardian en base a datos concedidos por el informante estadounidense en fuga, Edward Snowden.
“En 2009 justo se anunció el ‘reinicio’ de las relaciones ruso-estadounidenses y resulta que simultáneamente los servicios secretos de EEUU interceptaban las llamadas de Dmitri Medvédev. ¿Cómo entonces podemos confiar en las intenciones del actual presidente estadounidense Barak Obama, quien habla de un nuevo ‘reinicio’ en las relaciones?”, se preguntó el senador.
Por su parte, el diputado y el exjefe del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB), Nikolái Kovalev, dio crédito a la noticia sobre las escuchas telefónicas.
“Estoy prácticamente convencido de que es verdad. Si se tienen en cuenta las tensiones existentes en aquel tiempo, creo que esta decisión sí que fue tomada”, dijo el parlamentario a RIA Novosti.
Kovalev precisó que “desde el punto de vista técnico, espiar las conversaciones telefónicas de las personas que se encuentran en el territorio de un país no supone ninguna dificultad”.
“Otra cosa es que los servicios secretos lo tienen prohibido para eludir escándalos diplomáticos e internacionales”, agregó.
El exjefe del FSB cree que las escuchas durante la Cumbre del G-20 en 2009 todavía darán que hablar.
“Creo que nos espera la continuación del escándalo. Estoy seguro de ello”, concluyó.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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