Francia ha ordenado a sus fuerzas especiales que protejan las instalaciones de uranio del gigante nuclear estatal Areva en Níger ante la amenaza de ataques contra sus intereses tras la intervención de su ejército en Malí, según ha revelado este jueves una fuente militar a Reuters.
Areva es el mayor inversor extranjero en Níger, y lleva extrayendo uranio en Níger desde hace más de cinco décadas y suministra gran parte del material en bruto que emplea la industria de la energía nuclear de Francia. La energía nuclear representa el 75 % de la producción eléctrica en Francia.
La fuente militar ha confirmado una información adelantada por el semanario'Le Point', que afirmaba que París ha enviado a las fuerzas especiales y material a los lugares de producción de uranio de Areva en Imouraren y Arlit, aunque no ha querido dar más detalles. El Ministerio de Defensa no ha comentado la información, y Areva se ha limitado a señalar que no habla de cuestiones de seguridad.
Irónicamente, las minas de uranio en Níger son el lugar simbólico donde nació hace una década la guerra de Occidente contra Al Qaeda. Funcionarios de la administración Bush, deseosos de iniciar la guerra contra Irak, pidieron a sus servicios de inteligencia y a los de sus aliados cualquier información que vinculara a Al-Qaeda con Irak y que indicara que Bagdad trataba de adquirir armamento nuclear. El entonces secretario de Estado, Colin Powell, acabó presentando un informe falso, que incluía fotografías tomadas en Níger, para preparar el ‘casus belli’ en la ONU, atribuyéndolo a servicios secretos extranjeros, y Bush llegó a atribuir la información a Gran Bretaña.
Hace dos años, en septiembre de 2011, siete trabajadores, incluidos cinco franceses, fueron secuestrados en Arlit por Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI). Posteriormente los secuestradores liberaron a tres de los rehenes, pero todavía retienen a cuatro franceses. Areva cuenta con unos 2.700 trabajadores en Níger y tiene previsto comenzar a explotar una tercera mina en Imouraren este año o el próximo.
Una portavoz de la compañía señaló este mes que el Gobierno francés no les había pedido reducir el personal en Níger y dijo que Areva contaba con un amplio plan de seguridad para sus empleados y que éste había sido revisado por las autoridades francesas.
Desde el once de enero, a petición del Gobierno de Malí y con la luz verde del Consejo de Seguridad de la ONU y de la comunidad internacional, París ha lanzado ataques aéreos y ha enviado a unos 3.200 soldados a Malí, país fronterizo con Níger, para evitar el avance de los rebeldes de Al Qaeda y Tuareg que amenazaban la integridad territorial de su excolonia.
Los insurgentes han amenazado con vengarse golpeando objetivos franceses en la región del Sahel y fuera de ella, y unos días después del comienzo de la operación Serval atacaron una planta gasista en In Amenas, sudeste de Argelia, tomando centenares de rehenes. El secuestro acabó con un ataque del ejército argelino y la muerte de una treintena de trabajadores de la planta y de otros tantos yihadistas.
Mientras tanto, un convoy que transporta a dos centenares de soldados desde Chad hasta Malí llegó el jueves a Niamey, capital de Níger. Djamena ha decidido enviar 2.000 militares a la zona del conflicto a petición de París. Esas tropas ayudarán a las fuerzas de la Misión Internacional de Apoyo a Malí organizada por la CEDEAO, pero no estarán bajo su mando.
Según France Presse, en este momento hay ya 600 soldados chadianos y 500 nigerianos en Ouallam, al norte de Níger, cerca de la frontera con Malí. Estos dos batallones se desplegarán en la región de Gao, al norte del territorio malienseí, para ayudar a las tropas francesas y las gubernamentales a arrebatar a los islamistas los feudos donde se instalaron hace un año.
Viejo Condor
El Pais (SIC)
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