"Se han comprobado las características técnicas del complejo de radiolocalización, que permiten la detección automática, seguimiento y cálculo de trayectoria de los misiles balísticos y objetos espaciales", señala un comunicado de RTI, el consorcio que desarrolla la estación.
La compañía explica que los ensayos han permitido "demostrar en tiempo real las posibilidades de controlar el estratégico sector suroriental" del país (en el que Rusia comparte fronteras con China y Mongolia), además de "seguir el lanzamiento de misiles balísticos".
Anteriormente, el presidente ruso, Vladímir Putin, exigió al Ministerio de Defensa un seguimiento exhaustivo de todos los proyectos relacionados con el desarrollo de las Defensa Aérea y Espacial.
"Es necesario poner en macha en breve dos nuevas estaciones de radiolocalización, en Irkutsk y Arvamir (Mar Negro), para concluir hacia 2020 todos los proyectos previstos por el plan de despliegue de las Fuerzas de Defensa Aérea y Espacial", dijo Putin.
Otro radar del sistema Vorónezh, que tiene un radio de cobertura de 6.000 kilómetros, fue puesto en marcha hace once meses en el enclave báltico de Kaliningrado, en lo que fue la primera respuesta rusa al escudo antimisiles de Estados Unidos.
Moscú y Washington siguen enfrascados en un conflicto sin aparente solución por el sistema de defensa antiaérea cuyo despliegue ha iniciado Estados Unidos en Europa.
El Kremlin exige garantías jurídicas de que los misiles situados en la parte europea no apuntarán contra Rusia, pero EEUU y la OTAN no dan señales de querer dárselas.
Anteriormente, el presidente ruso, Vladímir Putin, exigió al Ministerio de Defensa un seguimiento exhaustivo de todos los proyectos relacionados con el desarrollo de las Defensa Aérea y Espacial.
"Es necesario poner en macha en breve dos nuevas estaciones de radiolocalización, en Irkutsk y Arvamir (Mar Negro), para concluir hacia 2020 todos los proyectos previstos por el plan de despliegue de las Fuerzas de Defensa Aérea y Espacial", dijo Putin.
Otro radar del sistema Vorónezh, que tiene un radio de cobertura de 6.000 kilómetros, fue puesto en marcha hace once meses en el enclave báltico de Kaliningrado, en lo que fue la primera respuesta rusa al escudo antimisiles de Estados Unidos.
Moscú y Washington siguen enfrascados en un conflicto sin aparente solución por el sistema de defensa antiaérea cuyo despliegue ha iniciado Estados Unidos en Europa.
El Kremlin exige garantías jurídicas de que los misiles situados en la parte europea no apuntarán contra Rusia, pero EEUU y la OTAN no dan señales de querer dárselas.
Viejo Condor
Rusia Hoy (SIC)
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