El grupo ruso Pussy Riot, que saltó a la fama tras una “oración punk” en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú, explota el feminismo como una “marca llamativa y escandalosa” para atraer mayor atención hacia sus protestas, opina Nadia Plungian, conocida activista del movimiento feminista de Rusia.
La mayoría de los simpatizantes de Pussy Riot simplemente no comprenden por qué las mujeres necesitan luchar por unos derechos que ya tienen, dijo Plungian a RIA Novosti.
Añadió que aún así las Pussy Riot aportaron su granito de arena a la causa porque los grupos feministas pueden ser muchos, “lo importante es que los asuntos de la desigualdad se planteen y se discutan”.
“Después del proceso contra las Pussy Riot muchos medios de comunicación contactan con nosotras. Nos invitan a programas para preguntar sobre las Pussy Riot, y no por nuestro trabajo. Y cuando comenzamos a hablar de las restricciones sobre el aborto en Rusia o métodos anticonceptivos que estén al alcance de todos, se asuntan y lo censuran. Pero no importa, hoy se asustan, mañana se acostumbran, y pasado, cambiaremos la sociedad”, aseveró.
De acuerdo a Plungian, miembro del Grupo Feminista de Moscú e historiadora de arte, los métodos de la lucha por los derechos de las mujeres pueden ser varios, pero hay que procurar que la población sea informada y no solo entretenida.
“Al fin y al cabo, nos dedicamos a la política. ¿Acaso no son políticos los temas de la desigualdad salarial, la doble carga (en casa y en el trabajo) y la coerción reproductiva?”, se preguntó.
Al mismo tiempo, Plungian se mostró escéptica al evaluar la eficacia de la polémica y sonada “oración punk” de las Pussy Riot.
“Ir para ello a una catedral, donde hay fieles no me parece muy eficaz. Los feligreses no tienen la culpa de la política de las autoridades”, señaló.
Para la feminista, la respuesta al “rezo” de las Pussy Riot habla por sí sola. “En nuestro país, la mujer no tiene derecho a dedicarse a esas cosas, sin importar si se trata de una protesta real o decorativa”, lamentó.
Plungian también mencionó los cambios en la conducta de las Pussy Riot después de que las muchachas se vieron entre rejas. “Ekaterina Samutchevich (una de las tres condenadas por la “oración punk”) pronunció en el juicio un discurso muy serio sobre la desigualdad entre hombres y mujeres en la sociedad rusa”, recordó.
“Ahora son mujeres encarceladas y creo que su valoración de la situación cambiará mucho, así como la comprensión del Estado en el que vivimos. Dos años que les impusieron es una condena inaceptable, confío en que les dejen salir a la libertad pronto”, concluyó.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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