Esta semana el presidente ruso Vladímir Putin dedicó su atención a los problemas del ejército. El presidente visitó la ciudad de Severodvinsk en la que mantuvo una reunión dedicada al programa del rearme, además tomó parte en la ceremonia del inicio de la construcción de un submarino atómico de cuarta generación.
En la víspera del Día de las Fuerzas Aéreas el presidente visitó
una de las unidades élite del ejército, la 31ª brigada de las Fuerzas Aéreas de
Ulyanovsk.
—La infantería de las Fuerzas Aéreas es la reencarnación de
las fuertes tradiciones de nuestras Fuerzas Armadas, honor y amistad, -
resaltó Vladímir Putin. —La infantería aérea ha estado siempre en los
momentos difíciles, demostrando la destreza y un coraje sin igual. Es la base de
las Fuerzas rusas de reacción inmediata. El estado seguirá desarrollando y
fortaleciendo las tropas de la Fuerza Aérea, mejorando sus capacidades y
modernizando las unidades con equipos militares, sistemas, comunicación, gestión
y complejos avanzados de aviación.
Vladímir Putin al igual que los representantes de las
tropas aéreas reconocieron que las soluciones integradas para el ejército ya
están dando resultados. Aquello se pudo observar en los recientes ejercicios,
incluyendo ejercicios conjuntos con otros países.
Dos días atrás el presidente tomó parte en el inicio de la
construcción del submarino nuclear Príncipe Vladímir de proyecto Borei y mantuvo
conversaciones acerca del rearme del ejército y la marina. El presidente declaró
que para el 2020 la armada rusa contará con cincuenta y un barcos de combate,
diecisiete submarinos multifuncionales y ocho submarinos nucleares.
—Partimos de que Rusia debe mantener y fortalecer su estatus
como una de las principales naciones marítimas, – resaltó Vladímir Putin.
—Por lo tanto, nuestra armada debe tener todas las herramientas para hacer
frente a toda una serie de tareas. Se trata en primer lugar del desarrollo de
las Fuerzas Nucleares Estratégicas de la marina y de la participación de la
flota en la seguridad mundial. En segundo lugar, se trata de la formación de
grupos marinos multifuncionales, capaces de contrarrestar las amenazas militares
del mar, garantizando la seguridad de buques mercantes y una lucha eficaz contra
la piratería. Desde luego que la flota marina es un instrumento de protección de
los intereses económicos nacionales. Incluyendo las regiones como el Ártico en
donde se encuentran recursos biológicos, reservas de hidrocarburos y depósitos
minerales.
Hasta el año 2020 para la armada rusa se planea invertir
cerca de cuatro mil y medio millones de rublos (cerca de ciento mil millones de
euros). Incluso la nueva ronda de crisis no hará correcciones al programa de
rearme del ejército de la marina. Así declaró el vice primer ministro Dmitri
Rogozin. En su opinión de la realización de los programas gubernamentales,
depende no solamente la modernización de la armada sino la construcción naval
así como las industrias de alta tecnología. En general, para la reforma del
rearme así como para las necesidades del complejo militar industrial de Rusia,
para el 2020 serán invertidos veintitrés mil millones de rublos (cerca de
setecientos mil millones de dólares). Estas son las mayores inversiones de las
Fuerzas Armadas y la industria de defensa de las últimas décadas.
Viejo Condor
La Voz de Rusia (SIC)
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