Países árabes atenúan la retórica contra Siria y ya no piden la renuncia de Asad
Los líderes árabes reunidos la víspera en la cumbre de la Liga Árabe en Bagdad volvieron a llamar al cese de la violencia en Siria, aunque sin pedir la dimisión del presidente Bashar Asad ni la intervención militar extranjera, ablandando así su retórica contra el país suspendido en la organización panárabe.
Según explicó el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, el plan de paz presentado anteriormente sólo propone una transferencia parcial de competencias al vicepresidente para negociar con la oposición y no la renuncia a la jefatura de Estado.
“El pueblo sirio debe decidir por sí mismo el futuro político de su país”, sentenció.
Al Arabi reconoció que el proceso político de Siria podría tardar tiempo, aunque subrayó que la violencia debe cesar de inmediato.
Por su parte, Nuri al Maliki, primer ministro de Irak, país anfitrión del encuentro, se opuso enérgicamente a armar la oposición siria que exige la renuncia de Asad.
“La experiencia de Irak muestra que armar a ambas partes del conflicto llevará a un enfrentamiento regional e internacional indirecto en el territorio de Siria”, advirtió.
En una declaración emitida tras la cumbre, sus asistentes respaldaron las “reivindicaciones legítimas del pueblo sirio que busca la libertad y la democracia” y condenaron la violencia y los asesinatos, sin hacer responsable a ninguna de las partes del conflicto.
Los líderes árabes rechazaron también una posible intervención militar extranjera en el conflicto sirio y expresaron apoyo a la misión del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, pidiendo el cumplimiento urgente e íntegro de su plan de seis puntos para dar una solución política a la crisis.
En el encuentro estuvieron ausentes los dos países más antisirios de la Liga, Arabia Saudí y Qatar, cuyos representantes pidieron abiertamente armar a la oposición siria.
Damasco por ahora, no ha ofrecido comentarios respecto a la cumbre de Bagdad, aunque advirtió de cara a la reunión árabe que rechazaría cualquier iniciativa suya, ya que no participará en ella.
Desde hace más de un año, Siria es escenario de violentos enfrentamientos entre la oposición y las fuerzas gubernamentales. Según los últimos datos de la ONU, el balance de la violencia en el país árabe asciende ya a 9.000 muertos.
Las autoridades sirias reportan a su vez más de 2.000 bajas mortales entre los soldados y policías que se enfrentan a milicias fuertemente armadas.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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