En el preámbulo al informe se destaca que “los chinos son los más activos y meticulosos en realizar espionaje industrial”. Igualmente, algunas actividades para conseguir algunos datos económicos y tecnológicos en documentos confidenciales se atribuyen a los servicios de inteligencia rusos. Se pronostica que Pekín y Moscú “continuarán su actividad como recolectores agresivos y competentes de información”, especialmente en el ciberespacio.
Durante la presentación del informe el director de la Oficina, Robert Bryant, acusó también a grandes empresas de ambos países de robar productos de investigación y desarrollo norteamericano. “Es una amenaza nacional y estratégica a largo plazo para Estados Unidos. Es una batalla que no deberíamos perder”, dijo. A su juicio, una vez robada, esa información “socava parte de la capacidad de nuestro país de sobrevivir económicamente”.
No está claro quién ordena el espionaje
La amenaza china está considerada por la oficina como la más persistente. Según el informe, múltiples empresas estadounidenses registran “un impacto de intrusiones digitales desde ordenadores con protocolos de Internet (IP) provenientes de China, que los especialistas del sector privado llaman ‘amenazas persistentes avanzadas”.
A continuación se revela que los especialistas admiten su incapacidad para identificar las fuentes de esos peligros: “Algunas de las notificaciones los vinculaban a la actividad de uno u otro patrocinador corporativo o gubernamental chino, pero la Comunidad de Inteligencia no ha sido capaz de atribuir muchas de estas intrusiones en los datos del sector privado a algún patrocinador estatal”.
“A causa de la alta dependencia rusa de sus recursos naturales, de la necesidad de diversificar su economía y de la creencia de que el sistema económico global está orientado hacia EE. UU. y otros países occidentales a costa de los intereses de Rusia, los servicios de información, muy capaces, de Moscú usan la inteligencia humana, las operaciones cibernéticas y otro tipo de actividades para recopilar datos económicos y tecnológicos con el fin de apoyar el desarrollo económico y la seguridad de Rusia”, prosiguen los autores.
“Por ejemplo —sugiere el informe—, los agentes 10 ilegales enviados por el Servicio de Información Extranjera ruso (SVR)detenidos en junio de 2010, estaban encargados de reunir información económica y tecnológica, demostrando la importancia de estos temas para Moscú”.
Los aliados también espían
Los expertos suman a los dos principales ‘ciberenemigos’ a “determinados aliados y socios de EE. UU.”, que se aprovechan de su amplia gama de contactos con instituciones estadounidenses para obtener información confidencial sobre la economía y la tecnología. “Algunos de esos estados tienen una gran capacidad cibernética”, revela el informe que, por otra parte, no ofrece ningún detalle más al respecto.
Para colmo, distintos activistas políticos y sociales también pueden realizar espionaje industrial contra empresas e instituciones de EE. UU., según el documento. La tendencia actual, dice, es que los espías tienen cada vez más recursos y posibilidades, mientras que no se presta la atención adecuada a la protección de los datos.
Las pérdidas económicas por culpa del espionaje se evalúan en el informe como muy altas sin precisar las cifras. Los autores confiesan que prefieren evitar las especulaciones en este sentido.
Viejo Condor
RT.news (SIC)
Articulo completo en:http://actualidad.rt.com/actualidad/ee_uu/issue_31981.html
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