lunes, 17 de octubre de 2011

La cruzada de EEUU para sembrar más democracia en Rusia

Armando Pérez
La semana pasada, representantes de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y Cisco System, líder mundial en infraestructuras para Internet acordaron destinar 50 millones de dólares para desarrollar la democracia en Rusia.

El acuerdo, firmado en la residencia del embajador de EEUU en Moscú, prevé que los próximos tres años USAID y Cisco crearán al menos 500 centros distribuídos en toda Rusia para impartir cursos de informática y administración para promotores de redes sociales, activistas de organizaciones no gubernamentales ONG, e incluso funcionarios públicos a nivel regional.

El proyecto se desarrollará en el marco de dos programas que USAID y Cisco ya ejecutan en Rusia; la denominada Red Académica Cisco al Servicio de la Sociedad y el Instituto Empresarial.

Actualmente, el programa de la red académica abarca universidades en las ciudades de San Petersburgo, Yaroslav, Novgorod, Petrozavodsk, Smolensk, Magnitogorsk, Ioshkar-Ole, Ufa, Vladikavkaz, y Grozni.

El objetivo es preparar especialistas que en futuro asuman el compromiso de utilizar los conocimientos adquiridos en la creación y desarrollo de las organizaciones sociales, a juicio de sus promotores, los cimientos de la nueva sociedad civil en Rusia.

El otro programa tiene como objetivo integrar a pequeños y medianos empresarios rusos a la economía mundial facilitando su participación de seminarios y cursos de capacitación en administración de empresas.

La mayor parte del programa para empresarios abarca la región del Cáucaso con centros de preparación para comerciantes y ejecutivos en Majaschkalá, capital de la república de Daguestán y en perspectiva, en Chechenia y el resto de las repúblicas rusas norcaucásicas.

Según se anunció en la residencia moscovita del embajador estadounidense, en esta ocasión la parte oficial, es decir la USAID financiará la menor parte del proyecto en Rusia con 9 millones de dólares, y el sector privado representado por Cisco, los 41 millones restantes.

Teniendo en cuenta el actual enfriamiento de las relaciones entre Washigton y Moscú por el escudo antimisiles en Europa, el reciente veto a la resolución del Consejo de Seguridad sobre Siria, y la perspectiva de que el próximo presidente de Rusia será Vladimir Putin, la propuesta de la entidad y la empresa estadounidenses ha causado mucho asombro en la opinión publica rusa.

Unos por el altruista sacrificio que demuestra el gobierno estadounidense, que a pesar de su pronunciado déficit presupuestario, y el recorte de programas clave como la salud de los propios estadounidenses, de todas maneras destinará millones de dólares para que los rusos resulten favorecidos con los valores que entraña la democracia.

También alucina el riesgo del consorcio informático porque en la ejecución de programas de ayuda a terceros países, habitualmente la cuota de gobierno de Washington es superior al aporte de las empresas estadounidenses.

Tal vez sea esa la razón para que una buena parte de los rusos recelen de la generosidad de la agencia y la empresa estadounidenses.

Sobre todo si se tiene en cuenta que en toda la historia, los gobiernos de EEUU nunca han prestado ayuda, a ningún país del mundo sin pasar después la factura.

Parte de la opinión pública, la prensa y las autoridades rusas desconfían de la USAID, más exactamente por su reputación de financiar directa e indirectamente a partidos y organizaciones de la oposición para injerir en los asuntos internos.

Como denuncian los gobiernos de Cuba, Venezuela e Irán, países amigos de Moscú.

Así, el pasado mes de abril la televisión iraní citando fuentes de la Cámara de Cuentas de Pakistán declaró que la CIA utiliza la USAID para sus operaciones encubiertas en otros países en Asia.

En Latinoamérica, para nadie es secreto que en 2002 la USAID creó en Caracas la Oficina de Iniciativa de la Transición (OTI) para consolidar las fuerzas de oposición al gobierno del presidente Hugo Chávez.

Además, en coordinación con la embajada de EEUU en Caracas abrió una seria de "cónsulados de satélite" (American Corners) en cinco estados para establecer representaciones en zonas importantes para Washington desde el punto de vista de los recursos energéticos venezolanos.

Se considera que la USAID organizó el golpe de estado contra el presidente de Haití Jean Bertrand Aristide en 1991 y posteriormente, durante su segundo mandato, promovió la revuelta popular a raíz de las cual Aristide renunció al poder en 2004.

Al respecto, la prensa liberal y algunos sectores políticos en Rusia consideran que el papel de USAID en América Latina y otros países son exageraciones de comunistas reaccionarios que quieren impedir la evolución de Rusia hacia el capitalismo y la democracia.

Tras destacar las ventajas que tiene EEUU al cooperar e invertir en Rusia, los liberales califican de ingenuos los temores de que el gobierno de Medvédev o la futura presidencia de Putin corran peligro sólo por que la USAID enseñe a los rusos cómo utilizar las ventajas de Internet.

Aunque hay otros sectores rusos que advierten que también es un derroche de candidez pensar que en las actuales circunstancias, el gobierno estadounidense decida ayudar a Rusia sin tener razones para ello.

Entre las conjeturas que circulan, predomina la variante de que USAID y Cisco quieren que las empresas estadounidenses se conviertan en un elemento indispensable del plan del actual y futuro primer ministro Medvédev para modernizar la economía rusa.

Sobre todo porque Cisco prometió invertir mil millones de dolares en proyectos en el centro de innovaciones tecnológicas Skolkovo, la apuesta de Medvédev para convertir a Rusia en potencia tecnológica.

Esto puede entrar en contradicción con los planes del actual primer ministro y futuro presidente Putin que al parecer, quiere que los socios para la modernización de Rusia sea China y otros países políticamente más afines.

Como India y Brasil, de paso, miembros del grupo BRICS, para Putin un instrumento clave para su concepción del mundo multipolar.

Durante su reciente visita a Perkín, Putin confirmó su apuesta por China y es de esperar que bajo su presidencia, las perspectivas de las empresa estadounidense y europeas no serán las mismas a las prometidas por Medvédev, aunque la modernziación rusa tanto con ayuda china como estadouniense puede avanzar simultáneamente.

Según expertos, la situación tendrá su descenlace a medio y largo plazo cuando la élite industrial, tecnologica, economica y financiera rusa se polarice entre Putin y Medvédev.

Entonces, es muy probable la aparición de agudas contradicciones que impidan conservar la actual camaradería política que ahora demuestran los dos políticos.

Algunos pesimistas en la prensa, afirman que la alianza de USAID y el gigante informático puede producir en Rusia una revolución como las que desató la “primavera árabe”, o al menos, calentar peligrosamente la situación como ya ocurre con los indignados en EEUU, Roma, Londres, Madrid.

El asunto es que la situación económica del ruso común no mejora y si otra crisis afecta en Rusia, los especialistas que planea preparar Cisco de seguro tendrán mucho trabajo.


Viejo Condor

RIA Novosti (SIC)

Armando Pérez

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENRE CON LA DE RIA NOVOSTI

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